Cada vez son más los especialistas en registrar nombres de dominio (direcciones de internet) con fines puramente especulativos o de extorsión, ayudados por avances tecnológicos como programas de registro automático y masivo.
El correo electrónico, redes sociales o las aplicaciones de mensajería albergan continuos intentos de amenaza y de extorsión a los que hay que saber hacer frente.
Esta nueva táctica permite a los atacantes hacerse pasar por agentes de la ley, según informa Bloomberg citando a fuentes implicadas en la investigación.