Catar, como novato de última hora en el mercado lobista de la Eurocámara, no ha hecho otra cosa que seguir los pasos de sus hermanos mayores marroquís, solo que menos experimentados y con más medios.
Lo que parece solo un enfrentamiento entre dos países vecinos tiene muchas más implicaciones. España debe prever una estrategia de seguridad ante los posibles escenarios que nos podríamos encontrar.
A 650 kilómetros de Canarias se desarrollan en estos momentos las maniobras African Lion 22 en cuatro países: Marruecos, Ghana, Senegal y Túnez. A la vez, entre Tidouf y la frontera con Mali, se inician las maniobras Taouendert 2022 por parte de Argelia.
En un momento de máxima tensión, y con una posibilidad clara y latente de que se abran las hostilidades en esa zona, mañana y pasado se va a celebrar en la ciudad saharaui de Dajla el primer foro de inversión Marruecos-España.
El controvertido apoyo de Pedro Sánchez a Marruecos en su disputa con respecto al Sahara no ha ayudado precisamente a pacificar la zona. Más bien todo lo contrario, ha generado tensión a un conflicto armado que parece inminente a las puertas de España.
En la primera jornada del Congreso Internacional relacionado con la Seguridad Global se ha abordado a fondo el tema de las relaciones de España con Marruecos y Argelia.
Muchos han puesto el grito en el cielo ante la bandera española boca abajo en la reunión entre Mohammed VI y Pedro Sanchez. Puede que no haya humillación y que el mensaje sea más preocupante.
El viernes 1 de abril, Argelia confirmaba precios del gas a todos sus clientes salvo a España y definía a Italia como socio estratégico para el suministro de gas a Europa tras reunirse en Roma con el ministro italiano de Asuntos Exteriores.
Los últimos acontecimientos acontecidos en Urania confirman los peores presagios que Occidente ya había previsto. Una situación que, por otro lado, podría acabar con las expectativas de España en la Summit 22 de la OTAN en Madrid.
Argelia es un país del Magreb fronterizo con el Sahel, escenario estratégico para la UE y para España donde Rusia ya ha llegado dentro de su política expansionista en África.
Fuentes diplomáticas afirman que se echa de menos la labor del rey emérito para abordar una crisis que se le está escapando de las manos al Ejecutivo, que tampoco "aprovecha" a Felipe VI.
Parece inverosímil la posibilidad de un enfrentamiento directo entre grandes potencias y es por lo que el uso de estas guerras por delegación o Proxy War suelen ser el medio habitual.
La situación de España no puede ser más humillante. Marruecos e Israel, su nuevo gran aliado van a buscar riquezas en lugares donde España debería tener algo que decir