Las visitas incluyen una dramatización en la que exhibe la rutina de un bombero desde el momento en el que suena la sirena hasta que el camión sale del parque móvil.
"Ya no tengo ni casa ni Museo", afirma Dmitry Cherapanov, el dueño de un museo ucraniano que albergaba 500 consolas y ordenadores retro y ha sido destruido por las tropas rusas.