Catar, como novato de última hora en el mercado lobista de la Eurocámara, no ha hecho otra cosa que seguir los pasos de sus hermanos mayores marroquís, solo que menos experimentados y con más medios.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez –y ellos siempre lo afirman en singular, Sánchez-, ha agraviado a Argelia, y este país está dispuesto a mostrar su reacción, tanto a él como a su vecino Marruecos, de manera clara.
El controvertido apoyo de Pedro Sánchez a Marruecos en su disputa con respecto al Sahara no ha ayudado precisamente a pacificar la zona. Más bien todo lo contrario, ha generado tensión a un conflicto armado que parece inminente a las puertas de España.
Según ha podido saber Escudo Digital, se estudia qué papel podría llevar el juez Garzón en este caso. Ya defendió los intereses de los saharauis, aunque, como Sánchez, también dio un bandazo.
Si tienes amigos o conocidos en las fuerzas armadas de Argelia, y les preguntas: ¿cómo veis este cambio de posición en Argelia?, su respuesta es muy clara.
La secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, Wendy Sherman, alabó el papel de Marruecos "para mantener la paz y la seguridad en la región" y reconoció su acercamiento a países como Israel.
Parece inverosímil la posibilidad de un enfrentamiento directo entre grandes potencias y es por lo que el uso de estas guerras por delegación o Proxy War suelen ser el medio habitual.
La situación de España no puede ser más humillante. Marruecos e Israel, su nuevo gran aliado van a buscar riquezas en lugares donde España debería tener algo que decir