No se pueden lavar, producen lesiones, su vida útil ha acabado y muchos están rotos. Los 27 vigilantes del Hospital Clínico Universitario de Valladolid se protegen con chalecos caducados.
APROSER insiste en que estos profesionales no cuentan con ningún tipo de trato preferente en el acceso a la vacunación o test de antígenos, y que el reconocimiento público que reciben debe reflejarse en hechos concretos-