Ek Draconis: cómo una eyección solar podrían modificar la vida en la Tierra

Una tremenda expulsión de energía y partículas ha tenido lugar en una estrella mucho más joven que el sol, identificada como variable y a más de 100 años luz de la Tierra.

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Llamaradas de una estrella.
Llamaradas de una estrella.

Una estrella conocida con el nombre de EK Draconis, mucho más joven que el sol, y situada a 111,32 años luz de distancia nos ha dado un aviso de lo que podría llegar a suceder. Los astrofísicos han observado cómo expulsaba una ráfaga de energía y partículas muy potente, como nunca se había visto hasta el momento en el astro rey.

Según los investigadores, es factible que una eyección de masa coronal o una tormenta solar como la ocurrida pudiera tener lugar exactamente igual en el sol, y ello conllevaría consecuencias de todo tipo para la vida en nuestro planeta. De hecho se dan, pero nunca de tal magnitud como en el caso de EK Draconis. Suelen producirse como una especie de superllamaradas, una brillante ráfaga de radiación que es lanzada de forma absolutamente repentina hacia el espacio.

“Este tipo de eyección de masa tan grande podría, en teoría, ocurrir también en nuestro sol”, ha manifestado Yuta Notsu, investigador del trabajo. “Esta observación puede ayudarnos a entender mejor cómo eventos similares pueden haber afectado a la Tierra e incluso a Marte durante miles de millones de años”. Si algo semejante ocurriera en el sol, podríamos quedarnos sin Internet ni red eléctrica, según publica Gizmodo, que define lo ocurrido como "una advertencia para la Tierra".

Unas superllamaradas pudieron influir en el tipo de atmósfera que hay ahora en Marte

En el caso de EK Draconis “las superllamaradas son mucho más grandes que las llamaradas que vemos en el Sol”, comentó Notsu. “Por eso sospechamos que también producirían eyecciones de masa mucho mayores. Pero hasta hace poco, eso era solo una conjetura”. Los científicos observaron EK Draconis a través de telescopios en invierno y primavera en el año 2020. Fue en abril cuando se pudo observar una superllamarada seguida de una eyección tan fuerte que el material que expuso se desplazó a una velocidad de hasta un millón de kilómetros por hora. 

¿Podría ocurrir lo mismo en la Tierra? Sí, pero no es tan probable. La estrella que da vica a nuestro planeta es mucho más vieja, y por decirlo de alguna manera, más tranquila que EK Draconis. Pero seguramente una eyección semejante dejó a Marte tal y como está ahora, con una atmósfera muy fina en comparación con la de la tierra: “En el pasado, creíamos que Marte tenía una atmósfera mucho más gruesa. Las eyecciones de masa coronal pueden ayudarnos a entender lo que le ocurrió al planeta durante miles de millones de años”.

La investigación fue publicada en el artículo, ‘Probable detection of an eruptive filament from a superflare on a solar-type star’ en Nature Astronomy.