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Desayunos de Seguridad y Defensa

Rodríguez Garat: “La OTAN se tambalea porque tras la guerra de Ucrania Trump ha elegido a Rusia como aliado”

El Almirante Juan Rodríguez Garat protagoniza el Desayuno Informativo sobre Seguridad y Defensa organizado por Escudo Digital y Grupo Prestomedia.

Periodista y escritor.

3 minutos

Carlos Rubén Fernández, presidente de Foro de Cultura; el Almirante Juan Rodríguez Garat; Asela Pintado, directora del Observatorio Europeo Análisis y Prevención de la Desinformación; y Mario Moya, vicepresidente de ACSD.

El Almirante Juan Rodríguez Garat ha tratado sobre El regreso de la guerra, en un nuevo Desayuno Escudo organizado por Grupo Prestomedia y Escudo Digital, con la colaboración del Foro de Cultura, de Seguridad y Defensa, en el Club Financiero Génova, en Madrid.

En su último destino en activo, Rodríguez Garat fue Almirante de la Flota. Pasó a la reserva en 2018, después de más de 40 años de servicio en la Armada, 24 de ellos embarcado. Acaba de publicar el libro Tambores de guerra. Contra el desarme moral y militar de España.

La guerra de Ucrania

Comenzó su intervención explicando que “la humanidad lleva toda su historia tratando de derribar al segundo jinete del apocalipsis”. Pero en la larga batalla que libramos contra la guerra, sostiene que “vamos perdiendo”. “La guerra ha vuelto, dirán algunos, pero no se ha ido nunca”, apunta.

La última de ellas, la de Ucrania, está cambiando el escenario internacional, según el Almirante: “El orden que se creó después de la Segunda Guerra Mundial preveía que las grandes potencias vencedoras serían los pastores del mundo, los que impedirían que los lobos atacaran a las ovejas”.

Con un orden cada vez más deteriorado (no es la primera vez que uno de estos pastores ataca a alguna oveja), en esta ocasión, indica Rodríguez Garat, se ha ido un paso más allá: Es la primera vez que el pastor se quiere comer a una oveja”. “Hemos vuelto al derecho de conquista”, añade.

Indica el Almirante que han caído los pilares en los que se basaba nuestra seguridad, como Naciones Unidas: “Ya no son referencia para nada. Hemos perdido su paraguas. Cuando hablamos de las posibles soluciones de la guerra de Ucrania o de la Gaza, de la crisis que indudablemente se va a desatar en Irán por el programa nuclear, ¿quién está pensando en las Naciones Unidas?”.

Disuasión nuclear

El segundo pilar que se ha caído es el de la disuasión nuclear, comenta: “Todos creíamos que el arma nuclear era un mal, pero los militares al menos pensábamos que era un mal necesario. El temor a  las armas nucleares ha mantenido al mundo libre de guerras destructivas. Aunque el Tratado de No Proliferación, el que establece el régimen de la disuasión nuclear en el mundo, constituye un orden injusto que permite que las grandes potencias tengan armas nucleares y el resto no”.

La fe en la economía también ha caído, detalla: “El tercer pilar que se ha venido abajo es el convencimiento que todos teníamos de que las relaciones fructíferas económicas entre las naciones elevarían el coste de la guerra hasta un precio que nadie estaría dispuesto a pagar. Por desgracia no es así”.

Y el último pilar que está todavía tambaleándose —dice el Almirante —, pero que podría venirse abajo en cualquier momento es el de la Alianza Atlántica. A consecuencia de la guerra de Ucrania, Trump ha tenido que escoger aliados y en este momento parece que ha optado por Rusia”.

Cuando caen todos los pilares de seguridad, ¿qué nos queda?, se pregunta Rodríguez Garat: “Lo único que nos puede hacer sentir seguros en tiempos turbulentos como estos es el ‘Si vis pacem para bellum’. “El mundo se está rearmando, hemos excedido con creces el presupuesto de defensa de la Guerra Fría y seguimos por ese camino”, apunta.

Soluciones al conflicto de Ucrania

Rusia necesita ganar esta guerra porque de lo contrario caería el régimen de Putin, pero la solución militar no parece sencilla, estima: “Las herramientas que está utilizando Moscú son las de una guerra limitada”. No considera el Almirante factible la alternativa de la negociación: “Putin quiere como mínimo las cuatro regiones ucranianas que no ha podido conquistar todavía, pero que están incluidas en la Constitución. Pretende además el desarme de Ucrania y el cambio de Gobierno”. ¿Y si hubiera un final impuesto? Rodríguez Garat no lo cree.

Pero, ¿qué puede hacer España en este mundo bronco? Rodríguez Garat ha dedicado a esta reflexión la tesis central de su libro: “Para que España sea más fuerte hay que acordarse de Clausewitz. El poder militar de una nación depende de un triángulo en el que están el liderazgo, el pueblo y el ejército. Esto vale para el siglo XVIII, pero hoy día ha cambiado completamente”.

A juicio del Almirante, “es el pueblo el que tiene el poder” en los tres lados del triángulo. “Necesitamos tomar conciencia de que si queremos estadistas a cargo de nuestras naciones tendremos que elegirlos. Es el pueblo quien tiene que entender que las armas sirven de poco si no está dispuesto a empuñarlas. Y es el pueblo quien debe decidir si se quiere un ejército preparado”, afirma. “En España faltan conciencia nacional, educación sobre el asunto y cultura de defensa”, sentencia.