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Joaquín Torres: "Tenemos que exigir una arquitectura que aporte mayor seguridad frente a las amenazas"

9 minutos

Joaquin torres arquitecto entrevista

Está considerado como el arquitecto de los ricos y poderosos, aunque desde su estudio A-Cero, se diseñan también casas modulares aptas para instalar en cualquier terreno, y muy útiles para los tiempos en los que vivimos. Todas tienen algo en común su multifuncionalidad, las líneas puras y la deificación de la luz.

Es quizás el arquitecto más popular, pero también el más deslenguado, iconoclasta y políticamente incorrecto. Dice lo que piensa, y también piensa lo que dice. Está acostumbrado en codearse con la élite, pero al mismo tiempo ha conseguido popularizar la decoración y la arquitectura acudiendo sin desdoro ninguno a programas en los que daba divertidos consejosNo tienes revés, como sus planos arquitectónicos, y va a siempre al grano. Escudo Digital ha hablado con Joaquín Torres de arquitectura, de la influencia del Covid-19 sobre ella, y también de domótica y ciberseguridad.

En un momento como el actual, en el que es vital la ventilación, ¿qué va a ocurrir con edificios como las Torres Kio?

No creo que si se dictan nuevas normas, estas vayan a afectar de forma retroactiva a edificios que ya están construidos. Es algo muy complicado y tendría un coste elevadísimo. Crear una nueva normativa que sea de uso obligatorio es complejo pero viable, pero legislar sobre una arquitectura ya instaurada y hacerla compatible con los nuevos usos para oficinas es bastante complicado. No creo que se pueda solucionar de hoy para mañana.

¿La pandemia va a cambiar la forma de diseñar los edificios y la arquitectura de las ciudades?

Nunca he creído que la arquitectura se pueda planificar a modo de impulsos; se realizan los planes a medio o a largo plazo, a 25 años como mínimo. La Bauhaus, o el plan Sardá de Barcelona o el ensanche de Madrid no se hicieron de un día para otro, son desarrollos urbanísticos hechos para durar.

¿Y cómo se va creando la ciudad del mañana? ¿Cómo será?

Se está creando ya en el imaginario de los arquitectos, aunque está limitado también por los políticos. Lo que está claro es que la sostenibilidad ha venido para quedarse y es una pauta importante.

¿Qué repercusiones puede tener la pandemia de la Covid-19?

Nos ha pillado a todos por sorpresa, pero las pandemias han existido siempre. Y en las urbes y los núcleos urbanos desde que el hombre es hombre: la peste, la gripe española, el tifus. Esto es algo recurrente en la historia de la humanidad, pero no nos debía de haber pillado por sorpresa.

"Nos tienen a todos los ciudadanos, y permítame que use esta expresión, absolutamente acojonados, y el miedo a los políticos les da mucho poder."

¿Cuál ha sido el fallo?

Todos creíamos que vivíamos en una sociedad donde la inmediatez y el dinero lo podían todo. Y la realidad nos ha dado un bofetada de repente, repito, por sorpresa. Confío en que con la misma rapidez con la que ha llegado, se acabe y que dentro de cinco años nos acordemos de lo que ha ocurrido como de una mala pesadilla. Tengo la certeza de que hablaremos de esto como algo pasado.

¿Está plenamente convencido?

No sé si nos acordamos de que lo significó el SIDA en los años noventa. Parecía que el mundo se iba a acabar. Con la Covid-19, en estos momentos se está instaurando una política del miedo, donde nos tienen a todos los ciudadanos, y permítame que use esta expresión, absolutamente acojonados. Y el miedo a los políticos les da mucho poder. Y los números no cuadran.

"Interesa computar más un enfermo de Covid que un enfermo coronario. El drama es que se está colapsando el sistema sanitario, y que en países como Francia, Alemania y España descuidemos a otros enfermos que mueren y que no se computan como se hace con los contagios de Covid-19... ¿Qué pasa con ellos?"

Explíquese, por favor...

Es una pandemia de la que se sabe muy poco, una pandemia de la que se está aprendiendo. pero son los científicos quienes deberían llevar el control de todo esto. El sentido común nos dice que tenemos que adoptar una serie de medidas de cautela que no todo el mundo está siguiendo, pero los números nos indican también que hay veinte millones de muertos por ejemplo de enfermedades coronarias al año en el mundo y solo han muerto un millón de personas de Covid este año. Ahora interesa computar más un enfermo de Covid que un enfermo coronario. El drama es que se está colapsando el sistema sanitario, y que en países como Francia, Alemania y España descuidemos a otros enfermos que mueren y que no se computan como se hace con los contagios de Covid-19... ¿Qué pasa con ellos? Yo me pregunto: ¿Cuál es el problema real?

 ¿Por dónde cree que van los tiros?

Hay un desconocimiento total sobre como abordarlo. Ha habido una pésima política informativa sobre lo que se podía hacer. El estado actual es de absoluta confusión. Hay días que no sabemos si se puede salir, por dónde, cómo, si esto es un Estado de excepción o es un Estado de Alarma. Es una auténtica locura cómo se ha gestionado esto. No digo que sea fácil. Indudablemente es algo nuevo y por eso hay miedo, pero estamos sometidos a decisiones políticas que ni siquiera sabemos si son las adecuadas. Primero nos dijeron que las mascarillas eran necesarias, luego que no... Yo creo que los ciudadanos de a pie tenemos que empezar a actuar menos como borregos y a pensar con nuestras propias mentes.

Sigue leyendo si quieres saber lo que opina Joaquín Torres sobre las condiciones mínimas de habitabilidad que deberían reunir las viviendas y su opinión sobre cuál debería ser el papel de legisladores y arquitectos.

"No se pueden consentir viviendas que den a un patio ridículo de un metro cuadrado en el siglo XXI. Tenemos que exigir unos mínimos mucho más generosos"

Carlos Moreno, profesor de la Sorbona y asesor de urbanismo de la alcaldesa deParís, ha dicho que las torres de oficinas deben ser vestigios de tiempos que van a desaparecer.

Hay que ser muy cauteloso con las predicciones. No vamos a cambiar de repente todo lo que estaba construido. La arquitectura y el diseño se crean para la normalidad, no para la excepcionalidad. Yo no puedo encargar una casa pensada para un día en la que voy a invitar a 350 personas a una fiesta, la encargo pensando en si tengo cuatro hijos y alguna vez van a cenar doce personas, porque esa va a ser mi vida normal.

En el Orense medieval se quitaron las puertas de las casas para ventilar, y tras la gripe del 18 se construyeron escuelas sin techo. Dicen que La Bauhaus estuvo muy influida por la obsesión con prevenir la tuberculosis.

Obviamente tenemos que hacer una reflexión muy importante en el diseño de mínimos en ciudades como Madrid, París y Londres. Cuando surgió la Bauhaus había una unidad enorme entre los legisladores y los arquitectos. Ahora tendríamos que conseguir que las ciudades tengan unas pautas de mínimos mucho más estrictas.

¿Por ejemplo?

No se puede consentir que los mínimos sean dormitorios de seis metros cuadrados, no se pueden consentir viviendas que den a un patio ridículo de un metro cuadrado en el siglo XXI. Tenemos que exigir unos mínimos mucho más generosos.

¿Una arquitectura que aporte mayor seguridad?

Sí, tenemos que exigir una arquitectura que aporte mayor seguridad frente a las amenazas de todo tipo, tanto de Covid-19 como de cualquier otra cosa. La gente no puede estar viviendo en habitáculos que no tengan al menos dos ventanas, ni con un mínimo de altura. Esto es de sentido común.

"Hay que aprender mucho del pasado. Los techados altísimos tenían su sentido, así como las fachadas aislantes. Lo mismo se puede decir de la ventilación cruzada".

¿Los techos altísimos de ciudades como Berlín y los se ven en muchas casas de nuestras ciudades de hace 100 años tenían un sentido?

La arquitectura tradicional de antaño era autosostenible. Hay que aprender mucho del pasado. Los techados altísimos tenían su sentido, así como las fachadas aislantes. Lo mismo se puede decir de la ventilación cruzada. Si en un momento dado no tienes aire acondicionado te mueres de calor, con estos sistemas eso no ocurre. Hay que mirar atrás para seguir caminando hacia el futuro. El tener en cuenta lo que hicieron los arquitectos del pasado puede servir para seguir superándonos y conseguir un futuro sostenible, y de buen vivir.

¿Qué ha puesto de manifiesto la Covid-19?

Que no le puedes poner pedir al proveedor privado que diseñe una casa en base a criterios de sostenibilidad porque es mucho más caro, esa exigencia tiene que venir por parte del Estado. Cuando confinas a una familia en espacios en los que no se puede vivir estás poniendo de manifiesto que es imposible evitar los contagios. Hay que legislar otro tipo de arquitectura, insisto.

¿Va a haber un regreso al mundo rural?

Está aumentando la demanda de las casas en el campo. Hay una vuelta al campo, a las viviendas unifamiliares y esto lo ha hecho posible el teletrabajo.

¿Alguna otra consecuencia que pueda cambiar la forma de vida?

Ya no tiene sentido que todos nos concentremos en 10 kilómetros cuadrados, ni vayamos a trabajar a Madrid, por ejemplo a la misma hora. Porque los empresarios nos estamos dando cuenta de que con la globalización y la tecnología podemos trabajar con empleados de cualquier lugar del mundo: de Australia, de India... Van a haber cambios y la gente no tendrá que abarrotar el metro a la misma hora. Se pueden hacer las cosas de otra forma. Ya no tiene sentido que todos nos concentremos en 10 kilómetros cuadrados, ni que todos vayamos a trabajar a Madrid a la misma hora ni que inundemos el metro de golpe. Habrá que hacer las cosas de otra forma. No tenemos por qué ir a la oficina a las nueve. Habrá gente que pueda optar por otro tipo de horario y trabajar desde las 16:00 a las 22:00, por ejemplo.

Sigue leyendo si quieres saber la opinión de Joaquín Torres sobre las casas inteligentes y los riesgos de la ciberseguridad.

"Yo soy de interruptor y dinero en efectivo, a mí no me van a hackear, pero me he quedado atrás. Mis hijos son muy distintos"

 ¿Qué es preferible, una casa sin ascensor o una casa sin luz?

Es mejor subir cinco pisos andando que no tener luz; la luz es imprescindible. Por supuesto habría que resolver la movilidad de las personas con problemas físicos, pero una casa con luz es necesaria para todo el mundo. La luz es primordial, fundamental, necesaria para la salud. Hay que ir primando y proyectando las cosas en función de las necesidades básicas. Una de ellas es la luz y también, si me permites, los techos razonablemente altos.

¿Es al Estado al que corresponde esta responsabilidad?

Estamos en una sociedad en la que que por el bien de todos tenemos que disponer de unas pautas para vivir en unas condiciones mínimas de bienestar. Y eso corresponde al Estado, porque si lo dejas en manos de los especuladores o de los promotores, sus mínimos se van a establecer solo para ganar pasta.

¿Su opinión sobre las casas inteligentes?

Yo opino que la tecnología es buenísima, si se utiliza bien, pero si se va a utilizar mal es mejor recurrir al interruptor. A mí no me van a hackear Soy muy primario, de interruptor y dinero en efectivo. Mis hijos, en cambio, están educados en otra cultura, y están preparados para vivir en una sociedad interconectada, en la que se pueden utilizar los medios para informatizar absolutamente todo.

¿Le provoca vértigo?

Efectivamente, hoy es muy cómodo llevar la tarjeta de crédito en el móvil, pero te la pueden hackear en un momento dado con una facilidad tremenda. La comodidad tiene un precio, y es ese riesgo. Por eso yo soy de efectivo y de interruptor, pero también por desconocimiento. Me faltan conocimientos al respecto, me siento atrapado. No estoy en la generación que domina la tecnología. No hay soluciones perfectas, pero soy consciente de que la sociedad va en una dirección ineludible, que no tiene nada que ver con lo que yo domine o no, y es la interconectividad a nivel global. Eso es inevitable en un mundo donde todos tenemos que entender también la importancia de la sostenibilidad.

¿Es factible?

Es absolutamente necesario e imprescindible. Si no cuidamos el Planeta llegará un momento en el que habrá consecuencias que pagarán nuestros hijos. Hay que lograr un equilibrio sí o sí.

"A la gente con muchísimo dinero le gusta la tecnología. Y les gusta sentirse que son Top Ten en todo".

¿Qué opina de los hacker o piratas informáticos? ¿Le dan miedo?

Son los grandes terroristas del siglo XXI, los grandes ladrones. Estamos todos en manos de la tecnología, una tecnología de la que desconocemos casi todo. Hace falta una mayor cultura tecnológica para que no optemos por recursos que nos hacen la vida más cómoda, como la tarjeta de crédito en el móvil, sin saber las posibles consecuencias ni las precauciones que tenemos que adoptar para que no nos roben. Es necesaria una mayor formación en ciberseguridad. Nos tenemos que formar, y el Estado también tiene que formarnos. Son ellos quienes tienen que garantizar nuestra seguridad, tienen que ayudarnos a ponernos al día.

Sus clientes le piden casas inteligentes, a pesar de ser un hombre de interruptor...

A la gente con muchísimo dinero le gusta la tecnología. Y les gusta sentirse que son Top Ten en todo. La tecnología es un elemento muy importante. Tengo dos ingenieros en mi estudio que están absolutamente especializados en estos temas, y cuando me hablan de las posibilidades que ofrecen me quedo alucinado. Hoy hay casas perfectamente viables sin ningún tipo de mando.

¿Cuáles son los objetivos que ha de perseguir nuestra sociedad en estos momentos desde su punto de vista como arquitecto?

Sostenibilidad, ya lo he dicho, avances tecnológicos útiles, y una sociedad cibersegura. Y lo más importante, unos mínimos de habitabilidad. No se puede consentir que una persona viva en un sótano sin luz. No puede ser legal, eso no es vivir, es sobrevivir.