La función desconocida del reposacabezas del asiento del coche que te puede salvar la vida

Lejos de ser un mero elemento que aporta comodidad, o estética, a nuestros asientos, tienen una finalidad que puede ser decisiva en caso de necesidad.

Guardar

Reposacabezas de un automóvil.
Reposacabezas de un automóvil.

Los reposacabezas son elementos de nuestros vehículos a los que prestamos poca atención en su conjunto. Sabemos que están ahí en todo caso, y entendemos que cumplen una labor esencial en relación con la comodidad del conductor y del resto de pasajeros, a quienes permiten apoyar la cabeza y disfrutar de unos trayectos más confortables. 

Pero más allá de esta función elemental, los reposacabezas tienen asignada, en la mayor parte de los casos, una función de seguridad que en momentos extremos puede resultar vital.

Se trata de una función que realmente puede marcar el desenlace de situaciones en las que tenemos que abandonar el vehículo, pero no podemos porque las puertas están bloqueadas. Es decir, en caso de accidentes en los que el auto ha volcado o dado vueltas de campana, o incluso si este ha caído a las aguas de algún río o embalse, o se ha visto inmerso en una de esas grandes riadas que, tras una tormenta repentina, annegan las calles de las ciudades. 

Es por ello que resulta muy importante que conozcamos con antelación este uso, ya que, llegado el caso, y posiblemente víctimas del estrés de la situación, de la posible conmoción o de los daños físicos producidos, deberemos actuar con rapidez si precisamos romper uno de los cristales, desde el interior de nuestro vehículo, para abanonarlo. 

Porque efectivamente, nuestros reposacabezas tienen asignado, más allá de esa misión de aportar comodidad a nuestra cabeza (y de evitar, en caso de accidente, que nos podamos desnucar), un importante papel a la hora de romper esos cristales (sobre todo, los de las cuatro ventanas laterales, que son más finas que la delantera y trasera) de una forma rápida y efectiva. 

Para ello lo único que debemos hacer, y no estaría de más probarlo tranquilamente para saber cómo, es desencajar uno de estos hasta sacarlo de su sitio. Una vez hecho, veremos que estos tienen dos varillas que los unen a los asientos y que permiten que se puedan subir o bajar en función de la altura de los viajeros, y que son precisamente las que pueden resultar fundamentales en estos casos extremos. 

Con las puntas de estos barrotes, si queremos romper uno de los cristales, lo único que deberemos hacer es golpear en las ventanillas, que veremos ceden con relativa facilidad, algo que si intentamos de otro modo, mediante golpes por ejemplo, resultará mucho más complicado.

Este es un sencillo recurso de seguridad vial que conviene no olvidar, porque los reposacabezas de nuestros automóviles pueden ser el factor fundamental en situaciones extremas.