La decoración navideña es una tradición milenaria que comenzó en el antiguo Egipto y se prolonga hasta nuestros días, estando además cada vez más presente en el entorno. Y es que, tras haber estado limitada a los hogares (con el clásico Belén o el típico árbol de Navidad), se extendió a las calles llenándolas de luces y de otros adornos, y últimamente también ha llegado hasta los vehículos.
Esta decoración trata de transformar los automóviles en "renos rodantes", añadiendo elementos como dos cuernos en las ventanillas, una nariz roja en la parrilla frontal o una cola del animal en la puerta del maletero. La moda, originada en Estados Unidos, ha traspasado fronteras, siendo adoptada por numerosos países entre los que se encuentra España.
La normativa: multas de hasta 500 euros por alterar las medidas del coche
Sin embargo, los conductores que se sumen a esta tendencia podrían exponerse a una multa si se aplican estrictamente las normativas de vehículos y de la Ley de Tráfico. Tanto el Manual de Reformas de Vehículos, elaborado en 2022 por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, como el Real Decreto 2822/1988 del 23 de diciembre, especifican las modificaciones en vehículos que requieren un proceso de homologación. Esto incluye cualquier elemento que altere las dimensiones originales del coche, como pueden ser los cuernos de reno que sobresalgan de los laterales, al considerarse que pueden suponer un riesgo para la seguridad tanto del conductor como del resto de usuarios de la vía.
Además, la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial tipifica como una infracción grave, en su artículo 76 (apartado 0), "circular con un vehículo que incumpla las condiciones técnicas reglamentariamente establecidas, salvo que sea calificada como muy grave, así como las infracciones relativas a las normas que regulan la inspección técnica de vehículos".
Por tanto, si los adornos de reno interfieren en las medidas del vehículo o incumplen las "condiciones técnicas reglamentariamente establecidas", el conductor puede enfrentarse a una multa de 200 euros, que puede ascender hasta los 500 euros si se considera una infracción muy grave.
La postura de la DGT
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado esta multa en unas declaraciones para El Confidencial en las que ha advertido que, acogiéndose a la normativa vigente, los agentes pueden poner una multa si entienden que los elementos decorativos pueden implicar un riesgo para la circulación. No obstante, fuentes de la DGT han matizado a Xataka que no tienen intención de perseguir estos decorativos.
"Multar por esto sería una lectura literal de la normativa. La Guardia Civil no está para esto. Evidentemente, tendría que multar si pone en riesgo la seguridad al volante o afecta a la conducción, pero sería la excepción. Sería una lectura completamente literal de la normativa".