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Los mercados internacionales se fijan en Indra, que intenta liderar Tess Defence

En enero de 2024 Bank of América recomendaba la compra de sus títulos y le daba un potencial de crecimiento del 45%.

Ex militar y experto en Seguridad.

6 minutos

Fachada de la sede de Indra en Madrid

En enero de 2024 Bank of América emitía un informe en el que apoyaba la apuesta de Indra por el sector de la Defensa, recomendaba la compra de sus títulos y le daba un potencial de crecimiento del 45%, hasta alcanzar los 21,5 euros por acción, lo que implica un valor bursátil de cerca de 4.000M€ frente a los 2.800M€ actuales.

“Indra está dando los primeros pasos para convertirse en una compañía del sector aeroespacial y de la defensa”, según Bank of América, lo que le sitúa en condiciones idóneas para asociarse con "actores de primer nivel" internacionales del sector de la defensa, y más tras el cierre del acuerdo de colaboración industrial con el fabricante de equipamiento militar y aeronáutico estadounidense Lockheed Martin, líder mundial de tecnología defensa y aeroespacial (este acuerdo, entre otras cosas, tiene cierta “música” a F-35).

No solo Bank of América, sino otros analistas como UBS, Morgan Stanley o BNP Paribas, le dan mucha importancia al próximo 'Capital Markets Day', en el que Indra presentará su nuevo plan estratégico 2024-2026, centrado sobre todo en las oportunidades de crecimiento de su división de Defensa a través de este tipo de acuerdos.

Los analistas pronostican que Indra tendrá un mayor crecimiento orgánico que la media de las empresas del sector en la UE y que sus márgenes de beneficio operativo serán significativamente superiores, lo que puede empezar a estructurar esos deseados campeones de la Industria Defensa en España, y su mayor visibilidad en el exterior, como la (4 al 8 febrero) World Defense Show, que desde hoy, y hasta el próximo 8 de febrero, se celebra en Riad (Arabia Saudita).

A los mandos de Tess Defense

Mientras esto sucede, en las últimas fechas la multinacional española también está buscando cómo tomar el control de Tess Defence, la sociedad encargada de la fabricación, el desarrollo, la comercialización y el mantenimiento del vehículo de combate sobre ruedas 8×8 Dragón, para resolver situación la ante el malestar del Ministerio de Defensa.

A día de hoy cuenta con un 25% del accionariado, mantiene conversaciones con Escribano (24,33% del capital) y a su vez accionista de Indra (3%); Sapa (24,67%) y también accionista Indra (7,94%), y Santa Bárbara (26%) para comprarles una parte de sus participaciones y llegar al menos al 51% del capital.

Esta iniciativa no es nueva, viene desde mayo del año pasado, cuando la sala de lo contencioso de la Audiencia Nacional ratificó la resolución en la que se imponían pagos por parte de las empresas Santa Bárbara Sistemas, con fábrica en Trubia, Indra y Sapa Palencia, por daños y perjuicios al Ministerio de Defensa debido a los tres años de retrasos acumulados en la entrega de los prototipos del vehículo de combate sobre ruedas (VCR) Dragón que habían sido encargados por el Ejército de Tierra.

En esta polémica, en lo que concierne al actual Ejecutivo, todo empieza en julio 2019, cuando el Consejo de Ministros aprueba un acuerdo por el que se autoriza la celebración de un contrato de suministro de fabricación de vehículos de combate sobre ruedas 8x8 por un valor de alrededor de 2.000 millones de euros que serían pagados entre 2019 y 2030. “El Gobierno considera a la empresa pública Santa Barbara Sistemas como contratista principal, junto a las empresas Indra y Sapa como subcontratistas de primer nivel, como la única opción con capacidad industrial suficiente para atender el objeto del contrato”, se informó entonces.

El atentado sufrido en el Líbano en junio de 2007, en el que murieron seis soldados, puso de manifiesto la vulnerabilidad de los vehículos utilizados, lo que motivó que el ministro José Antonio Alonso iniciara el programa para sustituir la flota de vehículos blindados sobre ruedas VCR.

El objeto de estos contratos VCR Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8 Dragón (348 ) y el posterior VAC Vehículo de Apoyo de Cadenas (394) es renovar la flota de vehículos de combate existentes en el Ejército de Tierra (BMR, VEC, Lince, TOA M-113, VCZ) con dos únicos modelos de vehículos basados en una arquitectura abierta y modular.

La compra de estos vehículos está en marcha desde el año 2007, pero se fue retrasando por diversos motivos y el contrato firmado en 2020 (una vez declarado desierto el concurso y sustituido Santa Barbara Sistemas por TESS, creada ad hoc para este concurso) ya contemplaba que serían entregados progresivamente hasta el año 2030.

En junio 2023, la secretaria de Estado de Defensa María Amparo Valcarce señalaba “que la creación de consorcios que agrupen a las principales empresas del sector terrestre deben ser un modelo a seguir, ya que este tipo de colaboración brinda autonomía estratégica y posiciona a nuestra industria a nivel europeo e internacional”, y ha insistido en que “para asegurar la cohesión territorial y la redistribución de la riqueza nacional, estos consorcios deben contar con las PYMES y start ups que puedan participar como subcontratistas y proveedores”. El problema es liderar y poner en plazo cuando se trata de consorcios.

Pero toda esta tensión de apuestas y desfases en entregas no es nueva. En caso del Ejército de Tierra tenemos el ejemplo anterior del Programa Coraza 2000 (1994), que “se enfocó en la obtención e integración de nuevo armamento para la modernización del Ejército español”. El programa incluye el carro de combate Leopardo 2E y el vehículo de combate de infantería avanzado español Pizarro, también se extendió a la integración de 108 carros de combate Leopard 2A4 que fueron adquiridos a finales de 1995 procedentes del Ejército alemán.

Al final y tras muchas vicisitudes nos encontramos con el mejor carro de combate europeo (Leopard 2E variante del Leopard 2 A6 alemán, muy mejorado en refuerzo), con patente alemana, fabricado con un 60% de producción nacional, por un “contratista principal” estadounidense (General Dynamics Santa Bárbara Sistemas es el contratista principal), con barcaza y torre (ensambladas en nuestro país por Santa Bárbara Sistemas, empresa española vendida a General Dynamics), sistema de combate fabricado por Indra Sistemas bajo licencia de STN Atlas; sistemas de propulsión, rodaje y transmisión fabricados por Sapa Placencia bajo licencia de Renk AG y Motores MTU Friedrichshafe con sus piezas ensambladas en España por Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia, que sigue haciendo unos estupendos motores).

¿Consecuencia? Carros combate más caros (por tratarse de menos unidades), con sus retrasos correspondientes, pero que han permitido a tres de las cuatro empresas que hoy integran TESS dotarse de unos medios y una tecnología propia.

Posteriormente se integra Escribano Mechanical, aunque su historia es un poco diferente, porque su “éxito” no nace de pedidos en Defensa España, sino de su capacidad exportadora; sin ir más lejos, más de 1300 torres y estaciones de armas remotas para Emiratos Árabes.

Ahora nos encontramos con un consorcio, TESS Defence, con cuatro socios en casi igualdad accionarial, en el que los sindicatos de uno de ellos (Santa Bárbara Sistemas) nos dicen que su “reorganización” de carga de trabajo para centralizar su producción en su factoría de Trubia (Asturias) no está “funcionando” y que por ello la propia ministra les ha pedido “aumentar el ritmo de fabricación, incluyendo una nueva línea de producción en la factoría de Trubia”, y que les “da miedo pensar en plazos, si se junta el principio del VAC (basado en el ASCOD de Santa Bárbara) con el final del Dragón”.

Y otro, Indra, con dos de sus aliados como accionistas (Escribano y SAPA), dando un paso adelante para liderar el proyecto.

Realmente no hablamos solo de retrasos en el programa 8x8 VCR Dragón sino de encontrar el modelo de ecosistema Investigación y Producción del cuerpo acorazado del Ejército de Tierra, productos de éxito y su capacidad de ganar nuevos mercados. Pues al VCR le sigue el VAC, que coincidirá con la obsolescencia de los Leopard, etc.

Siempre está en debate el tamaño idóneo de las Industrias de Defensa españolas; yo opto por apostar por exitosos productos españoles, pues como decía un sabio (Hannibal Lecter) “solo se desea lo que se conoce”.