El clima de violencia que se respira en las cárceles españolas no cesa. La última muestra se produjo este miércoles en la prisión de Segovia, donde dos funcionarios resultaron heridos tras ser agredidos por un recluso reincidente del Módulo 3, según ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
En un comunicado, CSIF detalla que el interno, con antecedentes por altercados contra el personal, se negó a ser llevado al módulo de aislamiento para cumplir una sanción disciplinaria. En un primer momento, dirigió insultos y amenazas a los funcionarios, quienes trataron de resolver la situación mediante el diálogo. Sin embargo, sus intentos resultaron en vano. Cuando finalmente procedieron al traslado, el recluso reaccionó con violencia, propinándoles patadas y puñetazos.
Como consecuencia, los dos trabajadores sufrieron lesiones que requirieron atención médica en el propio centro y, posteriormente, fueron derivados a un hospital. Actualmente ambos se encuentran de baja médica. El interno, por su parte, terminó siendo conducido al módulo de aislamiento, aunque antes también tuvo que ser atendido por los servicios médicos de la prisión.
Esta nueva agresión se suma a una larga lista de incidentes similares, que reflejan una preocupante escalada de violencia en el ámbito penitenciario. De hecho, en los dos últimos años se han contabilizado más de 1.000 agresiones a funcionarios de prisiones, según datos del Ministerio del Interior recogidos recientemente en estas páginas.
CSIF reitera su exigencia de aplicar medidas urgentes
Ante este nuevo episodio, CSIF vuelve a exigir a la secretaria general de Instituciones Penitenciarias que dote a los funcionarios de "más medios materiales y personales para afrontar este tipo de situaciones", y adopte otras "medidas urgentes" para garantizar la seguridad del personal.
Entre sus principales reivindicaciones figura el reconocimiento de los funcionarios de prisiones como agentes de la autoridad, lo que supondría una mayor protección legal frente a agresiones. Asimismo, el sindicato reclama que se les proporcione formación continua y especializada para que puedan hacer frente a situaciones de riesgo con mayores garantías.
"La actual política de gestión penitenciaria, marcada por un enfoque permisivo, está favoreciendo un clima de impunidad entre los internos, lo que se traduce en un aumento de los desafíos a la autoridad y el incumplimiento de las normas de régimen interior", advierte CSIF.