Aunque es considerado un fruto seco, el cacahuete es en realidad una legumbre que se puede consumir crudo, asado al horno o frito y cuya producción mundial ronda los 45,5 millones de toneladas, según datos del USDA de 2018.
Una de sus principales características es que son ricos en energía, lo que tradicionalmente ha llevado a creer que promueven el aumento de peso y las personas que siguen dietas para adelgazar a menudo los evitan, al igual que otros frutos secos. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Nutriets, en un número especial sobre "Nutrición Clínica para la Prevención y Tratamiento de Enfermedades Crónicas", ha demostrado que los cacahuetes pueden formar parte de las dietas para perder peso y que, además, aportan grandes beneficios: potencian el adelgazamiento, reducen la tensión arterial y mejoran los niveles de azúcar.
El estudio, elaborado por investigadores científicos de la Universidad de Texas (EE.UU.) y de la Universidad de Australia Meridional, tenía como objetivo examinar el efecto del consumo de 35 gramos de cacahuetes ligeramente salados antes de las dos comidas principales del día como parte de una dieta para adelgazar, en comparación con una dieta tradicional baja en grasas. Para ello, se ha realizado un estudio clínico controlado y aleatorizado entre enero y diciembre del año pasado con la colaboración de adultos australianos con riesgo moderado o alto de diabetes tipo 2.
Se les dividió en dos grupos, que recibieron consejos para adelgazar pero con diferencias. Como explica El Español, el grupo control de 50 adultos recibió instrucciones para no comer frutos secos enteros o en cremas y mantequillas mientras que el grupo de estudio, con 57 voluntarios, tomó 35 gramos de cacahuete ligeramente salado y tostado en seco dos veces al día, 30 minutos antes de las comidas.
Conclusiones destacadas
Tras seis meses de seguimiento, el citado medio recoge que se extrajeron las siguientes conclusiones:
- Pérdida de peso: A pesar de que el grupo que consumió cacahuete llegaba a consumir 400 kcal adicionales a partir de 70 gramos de cacahuetes diarios, ambos grupos perdieron cantidades de peso similares, concretamente entre 6,6-6,7 kilos de media.
- Tensión arterial: El grupo que consumió cacahuete redujo más su tensión arterial sistólica (o "tensión alta") que el grupo control. Fueron hasta 5 mmHg, lo que se traduce en una reducción de un 10% en el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.
- Niveles de glucosa en sangre: Ambos grupos mejoraron el control de la glucosa o azúcar sanguíneo y de la insulina en ayunas, incluyendo la HbA1c o hemoglobina glicosilada, un parámetro de control del azúcar sanguíneo a largo plazo.
En cuanto al potencial de los cacahuetes para ayudar a perder peso, El Español señala, citando a una de las investigadoras principales, que aunque tienen un alto contenido graso y calórico, son ricos en proteína y fibra y tienen un alto valor saciante, por lo que reducen la necesidad de comer entre horas o simplemente de comer en exceso.
Respecto a su contribución para reducir la tensión arterial, indica que, a pesar de estar ligeramente salados, son bajos en sodio, contienen altos niveles de arginina, un aminoácido que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a disminuir la tensión arterial, y son ricos en magnesio, un mineral que también colabora con el control de la tensión.
Finalmente, apunta que la mejoras en los niveles de glucosa podría deberse al potencial saciante de los cacahuetes y a la pérdida de peso complementaria.