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La dieta mediterránea y el "mindfulness" en el embarazo reducen hasta un 36 % el riesgo de tener un bebé con bajo peso

Lo revela un nuevo estudio que ha demostrado que el crecimiento fetal puede mejorarse aplicando cambios en el estilo de vida de la embarazada.

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Un estudio revela que la dieta mediterránea y el mindfulness en el embarazo reducen hasta un 36% el riesgo de tener un bebé con bajo peso
Un estudio revela que la dieta mediterránea y el mindfulness en el embarazo reducen hasta un 36% el riesgo de tener un bebé con bajo peso

El bajo peso en el nacimiento (un peso inferior al percentil 10) se produce por un retraso en el crecimiento fetal y afecta hasta el 10 % de los embarazos. Según la OMS, es una de las causas más importantes de mortalidad perinatal en el mundo y se asocia con un peor neurodesarrollo en la infancia y con más problemas de salud metabólica y cardiovascular durante la edad adulta. Hasta ahora no se conocía ningún tratamiento que pudiera prevenir o mejorar el bajo peso en el nacimiento, pero un nuevo estudio ha demostrado por primera vez que el crecimiento fetal puede mejorarse aplicando cambios en el estilo de vida de la embarazada. En concreto, ha demostrado la reducción de entre el 29 y el 36 % de los bebés nacidos con bajo cuando se interviene en la dieta de la madre y se rebaja su nivel de estrés.

El estudio, publicado en la revista JAMA, ha estado liderado por investigadores de BCNatal (Hospital Clínic-IDIBAPS y Hospital Sant Joan de Déu Barcelona) y de la Universidad de Barcelona con el apoyo de la Fundación "la Caixa".

El equipo de investigación que encabeza el Dr. Eduard Gratacós, director de BCNatal del grupo de Medicina Fetal y Perinatal del IDIBAPS y del CIBERER, ha estudiado durante años las posibles causas y consecuencias del bajo peso en el nacimiento.

"Vimos que las madres de los recién nacidos que nacen con bajo peso, muchas veces, tenían una dieta subóptima y altos niveles de estrés", ha indicado el Dr. Gratacós, coordinador del nuevo estudio junto a Francesca Crovetto (Hospital Sant Joan de Déu) y Fàtima Crispi (Hospital Clínic). "Así surgió la idea de realizar un ensayo clínico para estudiar si intervenciones estructuradas de dieta mediterránea o de reducción del estrés podrían reducir el retraso de crecimiento fetal y otras complicaciones del embarazo".

Estudio IMPACT BCN: intervenir sobre el estilo de vida materno

IMPACT Barcelona es el nombre de este estudio en el que han participado durante tres años más de 1.200 mujeres embarazadas con alto riesgo de tener un bebé pequeño. Fueron divididas al azar en tres grupos: un grupo en el que las embarazadas tenían visitas con una nutricionista para seguir una dieta mediterránea; otro grupo en el que se siguió un programa de "mindfulness" para reducir el estrés; y el grupo de control, con el seguimiento habitual. Después se hizo un seguimiento para ver cómo se desarrollaba el bebé y si había complicaciones en el embarazo y el parto.

La intervención sobre la dieta se basó en los métodos utilizados en el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), que puso de manifiesto los beneficios de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares y que ha sido avalado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Las embarazadas de este grupo acudieron a visitas mensuales con una nutricionista para cambiar el patrón de la dieta y adaptarlo a la dieta mediterránea incorporando más fruta y verdura, carne blanca, pescado azul, lácteos y cereales integrales. Además, se les proporcionó de forma gratuita productos altos en omega-3, es decir, aceite de oliva virgen extra y nueces. "Para evaluar la adherencia a esta intervención de una forma objetiva, medimos biomarcadores en sangre y orina relacionados con la ingesta de nueces y aceite de oliva", ha explicado Francesca Crovetto.

Por otra parte, la intervención para reducir el estrés se basó en el programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction), desarrollado por la Universidad de Massachusetts y adaptado al embarazo por los investigadores de Barcelona. En este caso, se hicieron grupos de 20-25 mujeres que siguieron el programa adaptado al embarazo durante 8 semanas. "Para saber si había una reducción en el estrés, se completaron unos cuestionarios al inicio y al final del programa, y se midieron los niveles de las hormonas relacionadas con el estrés, el cortisol y la cortisona", ha señalado la Dra. Crovetto.

El estudio ha demostrado por primera vez que, cuando se utiliza de forma estructurada y guiada una dieta mediterránea o se hace "mindfulness" durante el embarazo, se reduce el porcentaje de bajo peso fetal y también las complicaciones de la gestación, como la preeclampsia o la muerte perinatal.

"Los resultados fueron claros: las embarazadas del grupo de control tuvieron un 21,9 % de recién nacidos con bajo peso y el porcentaje se redujo de forma significativa en los grupos de dieta mediterránea (14 %) y mindfulness (15,6 %)", ha afirmado la Dra. Fàtima Crispi. "Ahora estamos diseñando un estudio multicéntrico para aplicar los resultados de este estudio a cualquier mujer embarazada sin la necesidad de que exista el riesgo de tener un bebé con bajo peso", ha agregado.

Infografía: La dieta mediterránea o el mindfulness en el embarazo reducen el riesgo de tener un bebé con bajo peso.
Infografía: La dieta mediterránea o el mindfulness en el embarazo reducen el riesgo de tener un bebé con bajo peso.

Para el Dr. Gratacós, "esta investigación es pionera, ya que demuestra por primera vez que una intervención estructurada sobre el estilo de vida reduce complicaciones del embarazo para las que ningún tratamiento anterior había demostrado tener efectos positivos".