• Home /

  • /

  • Anatomía de los parques eólicos: así se construyen

Con la colaboración de

Sostenibilidad

Anatomía de los parques eólicos: así se construyen

En España los parques eólicos generan el 23% de la energía, suministro para unos 17 millones de hogares. Dónde ubicarlos, cómo construirlos, quienes intervienen en su construcción, así como su impacto ambiental son factores fundamentales.

Periodista

3 minutos

Parque eólico.

Un parque eólico es una instalación concebida para la producción de energía eléctrica mediante la utilización del viento como fuente de energía. Consiste en un conjunto de aerogeneradores, también conocidos como molinos de viento, que se instalan en áreas abiertas y expuestas a vientos constantes y de alta velocidad. ¿Por qué esta clase de instalación cotiza al alza en la conciencia de millones personas por todo el planeta? Debido a sus múltiples y significativas ventajas: ofrecen energía renovable y limpia, producen bajas emisiones de carbono, resultan un abundante recurso energético, proporcionan autonomía energética a países y regiones, representan costes operativos y energéticos reducidos, crean empleo y propician desarrollo económico, además de que suponen un impacto ambiental limitado. Se trata, en resumen, de una tecnología madura, muy amigable para el medio ambiente y que además está experimentando constantes mejoras.

Dónde se ubican los parques eólicos

Para erigir un parque eólico, se buscan emplazamientos que sean adecuados desde el punto de vista medioambiental, también resulta crucial que sean justos socialmente, sostenibles y, por supuesto, que ofrezcan un nivel de recursos eólicos aceptables para asegurar que la inversión es viable. Como detalla Joaquín García Latorre, Project Execution manager en Enel Green Power España (EGPE), los factores primordiales que se se necesitan considerar  para concretar la ubicación de un parque eólico son: la viabilidad técnica y ambiental del emplazamiento; la disponibilidad de nudos de la red próximos en los que evacuar la energía producida; el recurso renovable disponible, es decir, el viento que hay en la zona, un dato que incidirá directamente en la producción energética del parque eólico; así como la viabilidad financiera y económica del proyecto.  

Estructura legal de cómo se construyen los parques eólicos

Los parques eólicos deben adaptarse a todas las alegaciones e informes que ha generado su proyecto de construcción, de manera que se adecúa el diseño del parque para poder hacerlo compatible con toda la información recibida y así minimizar su impacto. Concretado esto, se recibe la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) donde se detalla la autorización del parque eólico en cuanto al aspecto ambiental. Después, se obtiene la AAP, la Autorización Administrativa Previa. Acreditado este paso, ya se puede realizar el diseño constructivo para conseguir la AAC (Autorización Administrativa de Construcción), que es el paso que preludia el comienzo de la obra como tal.

Actores que intervienen en la construcción de los parques eólicos

Los principales agentes que conforman el proyecto de un parque eólico son el órgano que otorga la autorización administrativa; el responsable de confeccionar la declaración de impacto ambiental; el órgano autonómico, que otorga la autorización de la obra; los ayuntamientos a los que atañe el proyecto, que son los responsables de conceder las licencias de obra para la concreción del proyecto; los órganos consultados en el proceso de evaluación ambiental, conjunto administrativo en el que figuran patrimonio natural, patrimonio cultural, paisaje, aguas, salud pública, carreteras, montes…; los propietarios de los terrenos sobre los que se ubicará el futuro parque de aerogeneradores, cuya colaboración resulta crucial para que el proyecto prospere.

Cuál es el impacto ambiental de los parques eólicos

El impacto ambiental de un parque eólico puede variar dependiendo de diferentes factores, como la ubicación, el diseño y la gestión del proyecto. Entre esos elementos resulta fundamental considerar cómo altera el paisaje, su impacto en la flora y la fauna (su presencia puede afectar sobre todo a aves y murciélagos), así como el ruido y las vibraciones que produce. En ese sentido, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) es un documento clave en el desarrollo del proyecto, ya que es esencial para desarrollar la evaluación ambiental conforme con la legislación vigente y en cumplimiento de los estándares nacionales e internacionales vinculados con las mejores prácticas y la sostenibilidad del proyecto.