Los vigilantes de los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat están llamados a iniciar una huelga indefinida el próximo 10 de agosto, según adelantó El Español el pasado viernes y confirmó antes de ayer CSIF, el sindicato mayoritario del comité de centro de la seguridad de El Prat. El Departamento de Trabajo (Treball) de la Generalitat de Catalunya ya ha dado un primer paso para tratar de evitar la huelga, y el caos que puede conllevar en plenas vacaciones de verano.
Según informa El Periódico, Treball ha convocado a I-Sec Aviation Security, la empresa holandesa encargada desde el pasado mes de noviembre de la gestión de los controles de El Prat, y a sus trabajadores para una mediación el próximo lunes, 7 de agosto, con el objetivo de resolver sus disputas y que se cancele la huelga.
"Los servicios mínimos para conciliar el derecho de huelga de los trabajadores y a la vez garantizar el funcionamiento de la operativa aeroportuaria todavía no están fijados y está previsto que la delegación de Gobierno en Catalunya, el órgano competente en esta materia los haga públicos a lo largo del miércoles", señala el diario.
Siguiendo su información, ambas partes han sido citadas por el equipo mediador dirigido por el secretario de Treball, Enric Vinaixa, y la mediación tendrá lugar a partir de las diez de la mañana del próximo lunes en la sede territorial de la calle Albareda de Barcelona.
Los argumentos de los trabajadores para convocar la huelga
En el escrito de la huelga, firmado por los sindicatos CSIF, RoS, ATES, STS-C y ADN, se estipulan paros parciales de carácter indefinido que suman un total de ocho horas al día y que se realizará de jueves a lunes, los días con mayor afluencia de pasajeros en el Prat, en tres franjas horarias: de 4 a 7 horas, de 9 a 11 horas y de 16 a 18 horas, un total de ocho horas.
Los representantes de los trabajadores denuncian el "incumplimiento de los pactos" por parte de I-Sec. Entre ellos, señalan que la empresa no respeta ni los descansos del personal de 10 minutos por hora ni la conciliación familiar y que tampoco se cumple "la paridad en los puestos de trabajo", por lo que las trabajadoras tienen una carga de trabajo "más notable" que sus compañeros. Además, los sindicatos aseguran que se ejerce "abuso de autoridad y presión sobre los subordinados".
Al mismo tiempo, reivindican que I-Sec abone un plus por idiomas de 50 euros al mes para los vigilantes y se haga cargo de los costes del aparcamiento o, en su defecto, habilite una zona de estacionamiento gratuita. Asimismo, solicitan tener dos fines de semana libres al mes y exigen el "cumplimiento del convenio" y del laudo arbitral, emitido a raíz de la huelga de 2017, que complicó notablemente la actividad de El Prat y también tuvo lugar durante el mes de agosto.