Así se la juegan los hackers que eluden la censura del gobierno norcoreano

Instalarían una herramienta indetectable por el software de seguridad del teléfono con la que podrían acceder a ciertas apps y archivos.

Alberto Payo

Periodista

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Recreación basada en elementos de actualidad de Corea del Norte.
Recreación basada en elementos de actualidad de Corea del Norte.

Corea del Norte es un país conocido por sus grupos de ciberdelincuentes de estado-nación que realizan ataques contra diferentes objetivos, con su punto de mira habitual en EE.UU. Hace unas semanas el departamento de estado americano ha vinculado el robo de criptomonedas del juego Axie Infinity, valorado en 615 millones de dólares, a piratas informáticos asociados a Corea del Norte.

Sin embargo, parece que también hay un grupo de hackers más benignos que se ponen del lado de los ciudadanos del país, tratando de facilitarles un mayor acceso a la información que viene de fuera y evitar la censura del régimen totalitario de Kim Jong Un. Lo hacen exponiéndose a graves represalias por ello, que pueden ir desde trabajos forzados hasta una sentencia de muerte

Un estudio realizado por los investigadores de la asociación sin ánimo de lucro Lumen (con sede en EE.UU) y recogido por el Financial Times muestra cómo se produce este cerco de las autoridades y también como tratan de eludirlo algunos hackers. 

El gobierno de Corea del Norte está invirtiendo más recursos legales, sociales, penales y tecnológicos para mantener a los norcoreanos en un vacío de información”, explica Jieun Baek, fundador de Lumen y miembro del Centro Belfer de la Universidad de Harvard.

Su talón de Aquiles es que sus ciudadanos conozcan la realidad que existe fuera de sus fronteras, y se den cuenta de que mucho de lo que les ha enseñado su gobierno son falsedades”, añade. 

Generalmente, los ciudadanos no pueden acceder a Internet como tal, sino a una suerte de Intranet nacional que está dentro de las fronteras del país. En cuanto a los dispositivos, estos suelen ser teléfonos inteligentes Android fabricados en China.

Sin embargo, esto cambia en el caso de los extranjeros, los cuales sí podrían hacer llamadas internacionales y acceder a la Red normal. 

Las autoridades se sirven de una gran variedad de técnicas para 'caparlos' que irían desde un sistema de certificado digital que niega el acceso a ciertos programas y contenidos no autorizados hasta la app Trace Viewer, que hace capturas de pantalla aleatorias de las actividades y webs por las que navegan los ciudadanos. 

Un truco para poder eludir la censura

Los autores del estudio han podido hablar con dos norcoreanos fugitivos que les contaron cómo grupos de amigos se apoyaban entre sí para poder eludir la censura. Según relatan, estos se conectarían a un portátil mediante USB para transferir una app al teléfono. Si se hace "de manera correcta" la aplicación se transferiría al móvil sin que el sofware de seguridad del teléfono la detecte ni la borre. 

Gracias a esta herramienta podrían instalar sin ningún tipo de control aplicaciones, filtros de fotos y archivos multimedia que no están permitidos. Sin embargo, únicamente, unos cuantos norcoreanos con conocimientos técnicos serían capaces de usar dichas técnicas. 

En cuanto a las motivaciones para hacer estos hackeos se citan varias que van desde la necesidad de acceder a información del exterior hasta conseguir una cifra alta revendiendo estos smartphones 'trucados' a otras personas. 

La "instalación ilegal de un programa de manipulación telefónica" sería una preocupación para el gobierno de Kim Jong Un y prueba de ello es que en 2020 se creo una ley para castigar a quienes se encontraran en posesión de elementos de culturas extranjeras, incluyendo una prohibición específica al respecto. 

Los autores del estudio hablan de "incipientes hackers clandestinos" que son los que desafían a las autoridades con estos programas jugando al gato y al ratón. Aunque aseguran que quizás no sean muy numerosos, también destacan que "es la primera vez que los vemos".