Las cinco claves para detectar los fraudes online y evitar caer en ellos

El banco online N26 ha elaborado una lista con los principios básicos de seguridad en internet para ayudar a los usuarios a protegerse ante los ciberdelincuentes.

Guardar

Alerta fraudes online
Alerta fraudes online

Los delitos online están a la orden del día y los ciberestafadores no dejan de ampliar y renovar sus estrategias para captar al mayor número de víctimas posible. Así, utilizan técnicas cada vez más sofisticadas que abarcan el phishing, el smishing o el vishing estando respaldados además por el uso generalizado del móvil, que les permite poder llegar a los usuarios en cualquier momento y desde cualquier lugar. Como consecuencia, las ciberestafas se han convertido en una de las principales amenazas de internet y, para evitar caer en ellas, el banco online N26 ha elaborado una lista con las cinco claves de seguridad básicas que se deben aplicar para estar protegido.

1. Utilizar funciones de seguridad

Hoy en día, la tecnología pone a disposición de los usuarios un amplio abanico de funcionalidades que, bien utilizadas, sirven para protegerles frente a los ataques externos. Un claro ejemplo son los datos biométricos, como la huella digital y el reconocimiento facial, que facilitan un acceso seguro en el que se garantiza que solo el usuario autorizado puede acceder a la información.

Otra manera de proteger nuestros datos personales y evitar estafas es la autenticación en dos pasos, que obliga a verificar la identidad para iniciar sesión creando una doble para los ciberdelincuentes. Un claro caso es el de N26, en el que al iniciar sesión también es necesario introducir la contraseña o verificar la identidad por medios biométricos para certificar que el titular legítimo es quien intenta acceder a la cuenta.

Por último, también es conveniente activar las notificaciones instantáneas. De esta forma, se puede identificar con rapidez si se es víctima de un ataque y tomar las medidas necesarias -cambiar contraseñas, cancelar tarjetas de crédito, denunciar perfiles falsos, etc.- antes de que la situación vaya a mayores.

2. Protegerse ante el phishing

El phishing es uno de los delitos más extendidos por internet y se presenta de diversas formas, desde ataques masivos hasta los intentos personalizados, tratando de engañar a los usuarios para que proporcione datos confidenciales o se descargue software malicioso disfrazándose generalmente de una comunicación que parece provenir de una fuente legítima.

En cualquier caso, hay que tener mucha precaución siempre que una comunicación nos solicite información confidencial y algunas de las precauciones que se pueden tomar para protegerse frente al phishing son verificar que los dispositivos tienen un software de seguridad actualizado e instalar una extensión anti-phishing en el navegador de internet. La autenticación en dos pasos también es un seguro contra estas estafas. Sin embargo, N26 apunta que lo más importante es estar siempre alerta para identificar este tipo de comunicaciones y no publicar información personal en internet.

3. "El diablo está en los detalles"

Si la tecnología no logra interceptar el intento de ciberdelito, hay sencillos hábitos que el usuario puede adoptar para identificar los fraudes online y prevenir caer en la trampa. El primero es fijarse en los pequeños errores, como faltas de ortografía, erratas o fallos en la URL. También es clave poner en duda las páginas web redirigidas y para asegurarse de si una web es segura tan solo hay que buscar el símbolo del candado, hacer click en él y verificar las credenciales de la página, comprobando que el certificado Secure Sockets Layer (SSL) es válido y a nombre de quién está emitido.

"Es fundamental extremar estas precauciones en los sitios web y aplicaciones que pidan el envío de datos personales, sobre todo cuando los solicitan con urgencia", advierte N26, y añade: "Los hackers usan esta táctica para interrumpir el proceso de la toma de decisiones. Por lo general, las empresas no coaccionan a sus clientes para que lleven a cabo una acción determinada".

4. Usar una buena contraseña

N26 desmiente la creencia popular de que los hackers adivinan las contraseñas probando todas las distintas combinaciones posibles manualmente y apunta que les resulta más sencillo descubrir las contraseñas simples en un diccionario de contraseñas.

En este sentido, afirma que la regla de oro es no establecer contraseñas que contengan palabras o números directamente relacionados con la vida del usuario, porque son datos fáciles de identificar para los ciberdelincuentes. Asimismo, destaca que conviene evitar repeticiones, secuencias numéricas o series que forman un patrón en el teclado y que la clave es elegir palabras y números al azar.

"Los gestores de contraseñas facilitan todo el proceso, evitando que el usuario tenga que recordar todas las claves. Con estos administradores sólo es necesario recordar una única contraseña, a través de la cual se puede acceder al resto que están almacenadas de manera encriptada". 

5. Vigilar las conexiones del dispositivo

Como última clave, N26 subraya la importancia de desactivar las conexiones wifi de acceso público y la función de Bluetooth cuando no sea necesario o en zonas con redes abiertas. Tal y como explica, los dispositivos se conectan automáticamente y, a través de estas conexiones, un tercero puede acceder y tomar datos de manera relativamente sencilla. Por ello, su consejo es tener especial cuidado al entrar a la app del banco o similar, incluso si se trata de una red wifi privada esta debe contar con el sistema de seguridad WPA2.

Los bancos también echan un cable

Todas las entidades financieras deben cumplir con la regulación pertinente y denunciar ante las autoridades las conductas detectadas que puedan ser consideradas sospechosas. N26, al igual que otros bancos, dispone de un equipo dedicado a identificar potenciales actividades delictivas.

Además, N26 ha desarrollado una herramienta que, utilizando Inteligencia Artificial, analiza toda la información referente a pagos para detectar posibles situaciones de fraude, blanqueo de capitales y/o financiación de terrorismo. "La herramienta, con toda la información referente a millones de transacciones, aprende a clasificar de manera automática si se trata de una operación sospechosa o no. De esta forma, a medida que procesa más transacciones y se vuelve más 'inteligente', su capacidad de acierto aumenta", explica el banco online.