¿Cómo fue el hackeo con música y porno al juicio en directo a Novak Djokovic?

Djokovic ha reconocido que cometió un error cuando rellenó el formulario de entrada en el país, pero todavía se sigue haciendo befa y mofa de la vista oral que fue hackeada con imágenes porno el lunes.

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Novak Djokovic celebrando un punto.
Novak Djokovic celebrando un punto.

Era el único ingrediente que faltaba para convertir a las noticias sobre Novan Djokovic en las más seguidas del mundo. Su nombre unido a la palabra porno. Todo un circo, como Rafa Nadal definió lo que está ocurriendo con el tenista serbio y el trato de favor que le permitió viajar a Australia. Durante la vista que debía decidir lo que iba a suceder con el tenista número uno del mundo, convertido en héroe de los negacionistas y la persona más importante de su país, unos hackers piratearon los enlaces de internet de la vista que se iba a llevar a cabo de forma virtual. Se pudo ver porno y música a pleno volumen. Los periodistas pudieron verlo a través de un enlace de Microsoft Teams  que les había mandado el tribunal, pero alguien había sustituido el enlace por otro.

Pero el asunto no quedó ahí. Cuando alguien arregló el desaguisado y el enlace volvió a funcionar, la vista judicial fue interrumpida de forma accidental por una persona del público que se puso a hablar y todo el mundo pudo escucharlo, ya que no había sido silenciado. Un auténtico desastre digno de una comedia de los Hermanos Marx. 

El juez regañó a un hombre por un fallo del sistema técnico del tribunal, era un espectador al que se le dio voz como si fuera un abogado

"Estamos dentro", dijo la persona, lo que provocó una bronca del juez Anthony Kelly. "Le pido a quien esté en pantalla que se silencie... las únicas personas que deben estar en línea con sus micrófonos son las que están haciendo presentaciones al tribunal", manifestó el Juez Kelly, según informa Mundo Deportivo y otros medios internacionales. La reprimenda resultó ridícula porque el pobre hombre no tenía la culpa.  

Según el mencionado diario, diversos medios de comunicación pudieron ver la audiencia del tribunal federal en línea, pero la inmensa mayoría se apañó con la retransmisión de un podcast de tenis con el audio de los abogados hablando. 

En el tribunal se disculparon, y mandaron un tercer enlace a su canal de Youtube y descansaron para comer. Tras tres horas de aplazamientos, el enlace funcionó a las 07:12 de la tarde.

El tenista acaba de justificarse en su cuenta de Twitter, al admitir que se cometieron errores humanos cuando se rellenó el formulario para entrar en Australia, al omitir que había estado en Sotogrande y Málaga antes de viajar a Australia. Y también admitió que había cometido un error al acceder a conceder una entrevista a un medio el pasado 18 de diciembre a pesar de sufrir Covid. El Gobierno australiano sigue estudiando su deportación. 

"Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L'Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné", ha manifestado el tenista. 

"Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita", señaló en esta explosiva declaración que se da en momentos en que se cuestiona al serbio de 34 años su asistencia a diversos actos tras hacerse las pruebas para detectar la covid-19, y pone en peligro su participación en el Open de Australia. 

Djokovic también se ha justificado por acudir a dos actos, uno de baloncesto un día antes de la prueba y otro con menores el 17 de diciembre.

"Era asintomático y me sentía bien y no recibí la notificación de mi test PCR positivo hasta después de ese evento (con jóvenes)", precisó Djokovic, quien contrajo el coronavirus el año pasado, al añadir que también que se sometió previamente a pruebas de antígenos por precaución, los cuales dieron negativo.

Djokovic llegó el 5 de enero a Australia llevando bajo el brazo una exención médica por no vacunarse, pero los agentes de aduanas le denegaron el visado y fue retenido en un hotel de Melbourne mientras sus abogados presentaron un recurso ante el  tribunal australiano cuya vista fue hackeada, y que ordenó el lunes su puesta en libertad.