La multinacional de origen brasileño Andrade Gutierrez ha sido la última gran empresa en sufrir un ciberataque.
Varios medios publican que esta compañía, uno de los mayores gigantes de proyectos de ingeniería en Latinoamérica, ha experimentado un agujero de seguridad, algo que la interesada por el momento no ha reconocido.
Una pandilla de piratas informáticos que se hace llamar 'Dark Angels' asegura haberse hecho con 3TB de datos procedentes de correos electrónicos e información corporativa.
Los cibermalos habrían obtenido datos como nombres, direcciones de email, detalles de pasaportes, información de pago, números de identificación fiscal e información de seguros médicos de unos 10.000 trabajadores, según se hace eco el diario The Brazilian Report.
El medio local advierte de que ocultas en varias emails hay contraseñas que pueden usarse para iniciar sesión en cuentas de autoridades fiscales municipales y estatales. Además, los actores de amenazas habrían accedido a planes de varios proyectos de construcción del grupo, incluyendo puertos, aeropuertos e instalaciones deportivas.
Parece que en realidad la brecha tuvo lugar en septiembre-octubre del año pasado y los hackers lograron acceder mediante la explotación de una vulnerabilidad del servidor. Además, según los informes, esta todavía no ha sido parcheada.
Por el momento, sin comentarios
Varios medios especializados se han puesto en contacto con la compañía para pedirles información al respecto del incidente, pero esta ha preferido no hacer comentarios.
Nacida en los años 40 y con presencia en más de 44 países de todo el mundo, Andrade Gutiérrez es la segunda mayor empresa de construcción en Brasil y uno de las más grandes en Latinoamérica. Es un holding empresarial con empresas en sectores como ingeniería y construcción, energía, telecomunicaciones, saneamiento básico, etc. Se estima que el grupo emplea actualmente a más de 200.000 personas.
Hace 5 años la multinacional acordó el pago de 381 millones de dólares para resolver los cargos de corrupción asociados con la operación Lava Jato, llamada así por descubrirse una red de lavado de dinero en un lavadero de autos, la cual destapó una red regional de sobornos y llevó a juicio a Lula Da Silva.