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Ciberseguridad

¿Están las pymes preparadas para cumplir con la NIS2?

En un contexto europeo marcado por el aumento de amenazas digitales, las pequeñas y medianas empresas se han convertido en un objetivo habitual.

Periodista especializado en tecnología, ciberseguridad e innovación.

3 minutos

Las ciberamenazas pueden destruir una pyme en cuestión de minutos.

El despliegue de la Directiva NIS2 marca un punto de inflexión para las pymes, especialmente en países como España, donde este tejido empresarial representa más del 99 % del total.

La pregunta que se plantean muchos responsables de negocio es clara: ¿están realmente preparadas las pymes para afrontar los requisitos de la NIS2? La respuesta no es sencilla, ya que depende de múltiples factores como el sector, el grado de digitalización, la concienciación del equipo directivo o la inversión en medidas de protección.

¿Qué es la directiva NIS2 y por qué es relevante?

La Directiva NIS2 (Network and Information Systems Directive 2) es una actualización de la legislación europea que regula la ciberseguridad en sectores críticos y esenciales. Sustituye a la directiva NIS original, ampliando su alcance, endureciendo las exigencias y aplicándose a un mayor número de organizaciones, incluidas muchas pymes que hasta ahora quedaban fuera del radar normativo.

NIS2 obliga a las empresas incluidas en su ámbito a implementar medidas técnicas y organizativas que garanticen un nivel adecuado de ciberseguridad, así como a notificar incidentes relevantes en plazos muy reducidos. Las multas por incumplimiento pueden alcanzar los 10 millones de euros o el 2 % del volumen de negocio global, lo que supone una amenaza seria incluso para empresas de tamaño medio.

Es más que una obligación legal

El principal cambio que trae NIS2 para las pymes no es solo normativo, sino estratégico. Supone pasar de una visión reactiva a una cultura de prevención y preparación ante incidentes. Esto implica disponer de planes de continuidad, procesos de detección y respuesta, formación interna y revisión continua de las infraestructuras tecnológicas.

De acuerdo con el “Informe sobre Ciberpreparación en España 2023” elaborado por Hiscox, el 43 % de las pymes reconoce no contar con un plan formal de respuesta ante incidentes. Este dato revela una brecha significativa entre las exigencias de NIS2 y la realidad del tejido empresarial.

Sectores especialmente expuestos

La directiva afecta a empresas consideradas esenciales o importantes en sectores como salud, transporte, energía, alimentación, telecomunicaciones, servicios financieros o gestión del agua. En España, miles de pymes están integradas en estas cadenas de valor, lo que las convierte automáticamente en sujetos obligados, incluso si no son grandes compañías.

Muchas de estas empresas aún no son plenamente conscientes de su inclusión en el marco regulatorio. Este desconocimiento puede derivar en sanciones, pero también en una mayor exposición a ciberataques sin la preparación adecuada para afrontarlos.

Barreras que dificultan la adaptación

Uno de los grandes obstáculos que enfrentan las pymes es la falta de recursos económicos y humanos dedicados a la ciberseguridad. A menudo, no cuentan con un responsable de seguridad específico, y las tareas relacionadas con IT son asumidas por personal sin formación especializada.

Según un estudio de INCIBE, el 70 % de las pymes españolas no dispone de un presupuesto asignado a ciberseguridad. Este dato resulta especialmente relevante si se considera que muchas de ellas ya están expuestas a requisitos legales exigentes bajo NIS2.

Además del factor económico, también hay una carencia de formación. La seguridad digital se sigue viendo como un tema técnico, cuando en realidad es transversal a toda la organización. Sin una cultura de seguridad extendida entre todos los empleados, los esfuerzos técnicos pierden efectividad.

Claves para avanzar en el cumplimiento

El primer paso para adaptarse a NIS2 es conocer el punto de partida. Realizar una auditoría o diagnóstico de ciberseguridad permite identificar vulnerabilidades, evaluar riesgos y establecer prioridades. Existen herramientas públicas y privadas que facilitan este proceso sin suponer un gran esfuerzo económico.

A partir de ahí, es clave integrar la ciberseguridad en la estrategia global de la empresa. Esto no se logra solo con tecnología, sino con políticas claras, liderazgo desde la dirección y sensibilización de todos los niveles. Empresas que incluyen la ciberseguridad en sus planes estratégicos mejoran su resiliencia y ganan en confianza de clientes, socios y administraciones.

La colaboración también es un camino útil. Cada vez más pymes recurren a servicios gestionados de seguridad (MSSP) para externalizar tareas como la monitorización de redes, la gestión de alertas o la respuesta a incidentes. Esta solución permite acceder a experiencia especializada sin comprometer recursos internos.

Adaptarse a la NIS2 no debe verse solo como una obligación, sino como una oportunidad para profesionalizar la gestión tecnológica y fortalecer la confianza del mercado. Las empresas que demuestran madurez en ciberseguridad ganan reputación, acceden a licitaciones más exigentes y consolidan relaciones con clientes que valoran la protección de sus datos.