El gigante de productos agrícolas Dole, víctima de un ataque de ransomware

El incidente ha llevado a esta empresa de origen irlandés a cerrar algunas de sus plantas de producción en Norteamérica.

Alberto Payo

Periodista

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fruta foodtech
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El gigante en productos frescos Dole ha anunciado a través de un breve comunicado en su página web que ha sufrido un ciberataque de ransomware.

La empresa asegura que al descubrir el incidente se movieron rápidamente para contener la amenaza. Eso incluyó contratar "a los principales expertos en ciberseguridad de terceros, que han estado trabajando en asociación con los equipos internos de Dole para remediar el problema y proteger los sistemas".

Además, la compañía puso en manos de la policía lo ocurrido y está cooperando con la fuerzas del orden para ahondar en el suceso y su alcance. 

Dole afirma que el impacto del ataque en sus operaciones ha sido "limitado". No obstante, según se hacía eco CNN, quien informó primero del acceso no autorizado, el gigante agrícola se vio obligado a cerrar algunas de sus plantas de producción en Norteamérica.

Algunos informes señalan que Dole también ha interrumpido su cadena de suministro, paralizando sus envíos a las tiendas en EE.UU. Esto se ha notado especialmente en los paquetes de ensaladas, con consumidores que se han enfrentado a varios estantes vacíos. 

Un escrito enviado por la compañía a sus clientes indicaba que las plantas se habían cerrado y los envíos estaban en espera. 

Esta compañía produce frutas y verduras frescas y otros alimentos diversificados. Dole emplea a unas 38.500 personas en 30 países diferentes. Cuenta con más de 114.000 hectáreas de producción, 13 buques y más de 250 instalaciones a nivel mundial.

Por ahora no hay información sobre si se han filtrado datos ni relativa a qué grupo estaría detrás del incidente. 

Carne de cañón para los hackers

Como principal precedente podemos hablar del ataque de ransomware que tuvo como objetivo al gigante JBS Foods, uno de los productores de carne más grandes del mundo. Esta firma pasó por el aro y decidió pagar un rescate de 11 millones de dólares para resolver una infección que interrumpió sus operaciones en EE.UU., Canadá y Australia. 

En diciembre el FBI advirtió a las empresas de alimentos que estuvieran en alerta máxima ante las posibles estafas de BEC (compromiso del correo electrónico comercial). La oficina revelaba que los ataques BEC habían permitido ingresar casi 2.400 millones de dólares a los ciberdelincuentes.