La Interpol anuncia el arresto a 2.000 personas involucradas en estafas de ingeniería social

En esta operación, una de las más importantes para combatir el fraude online, han participado las fuerzas del orden de 76 países.

Alberto Payo

Periodista

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Ingeniería Social.
Ingeniería Social.

Miles de personas de distintas partes del mundo han sido arrestadas por haber participado, presuntamente, en varias estafas. 

La Interpol ha anunciado hace unos días los resultados de la Operación First Light 2022, una iniciativa mundial que ha involucrado a las fuerzas del orden de 76 países diferentes. Esta se llevó a cabo entre marzo y mayo. 

Las personas detenidas estaban relacionadas con delitos de ingeniería social que, generalmente, implicaban engañar a las víctimas durante un tiempo largo para conseguir de ellas dinero. 

"La policía de los países participantes allanó los centros nacionales de llamadas sospechosos de fraude de telecomunicaciones o estafa, en particular engaño telefónico, estafas románticas, engaño por correo electrónico y delitos financieros relacionados", ha comentado la Interpol en un comunicado. 

La Operación First Light habría incluído redadas policiales en 1.770 lugares. Se identificaron en total unos 3.000 sospechosos y se arrestó a unos "2.000 operadores, estafadores y lavadores de dinero". Además, las autoridades recuperaron 50 millones de dólares en fondos robados. 

Distintos organigramas para estafar

La estructura variaba dependiendo de los países. Por ejemplo, en Hong Kong se allaron varios centros de llamadas que estaban detrás de las estafas, supuestamente. Sin embargo, en Singapur se arrestó a un ciudadano chino que estaría detrás de un sistema Ponzi, estafando a casi 24.000 víctimas que habían entregado 34 millones de euros. Este vendía una oportunidad de inversión con supuestos rendimientos atractivos. 

La Interpol advierte de que las redes sociales se están usando cada vez más para la trata de personas y que se ha producido un aumento de aquellos delincuentes que se hacen pasar por funcionarios bancarios o incluso agentes de la Interpol para timar a los objetivos y que den dinero o información confidencial.