Aunque una amplia parte de la juventud se considera nativa digital, ello no implica tener habilidades digitales. De hecho, más de un 30% de los jóvenes no sabe cómo configurar los servicios digitales o cómo utilizar las herramientas disponibles para aumentar la privacidad y el anonimato en internet.
Esta es una de las conclusiones a las que han llegado investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en un estudio en el que han analizado la relación del nivel de alfabetización digital con la perspectiva de una posible brecha de género en la población joven de España en el nuevo contexto mediático. Este trabajo, que lleva por título "Competencias digitales de la juventud en España: Un análisis de la brecha de género", ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y forma parte del proyecto I+D Educación social digital: juventud, ciudadanía activa e inclusión.
"Gracias a este trabajo, podemos explorar las posibles tensiones y necesidades que puedan emerger en el diseño de futuros programas de educación mediática y digital con perspectiva feminista y crítica", afirma Pedro Fernández de Castro, investigador del doctorado de Humanidades y Comunicación de la UOC y uno de los principales autores de este proyecto.
Se ha encuestado a 600 jóvenes y se han encontrado notables diferencias en cuestiones de género
Para realizar este estudio se ha contado con la participación de más de 600 jóvenes de ambos géneros de entre 16 y 18 años, quienes han completado una encuesta sobre sus propias capacidades y conocimientos críticos del entorno digital. En este sondeo se han contemplado tanto las competencias técnicas como las competencias informacionales siendo las primeras las que se refieren al manejo de los dispositivos y las habilidades mínimas para acceder al entorno digital y las segundas las relativas a la evaluación de los contenidos que se consumen y a la sociabilidad en línea.
En base a esto, se han extraído dos tipos de conclusiones. Por un lado, las que aluden a las competencias técnicas e informacionales y a los conocimientos técnicos. Y, por el otro, las que abordan aspectos relacionados con la igualdad y la brecha de género en términos de autopercepción por parte de los jóvenes.
"En términos generales, en los ámbitos relativos a las competencias, tanto chicos como chicas se valoran de manera similar. Es más, mirado en detalle, en las competencias informacionales, como las habilidades sociales, los resultados son ligeramente favorables para las chicas", destaca Fernández de Castro. Sin embargo, ellos consideran tener más conocimientos críticos que ellas.
Los datos muestran que el 71% de las jóvenes asegura manejar bien los distintos perfiles de su identidad digital, frente al 66% de los jóvenes. Asimismo, dejan patente que solo el 25% del total de los encuestados manifiestan saber cómo hacer el mantenimiento de los dispositivos o cómo repararlos, un aspecto que también presenta notables diferencias, ya que casi un tercio de los chicos (32,6%) afirma tener conocimiento de ello frente a únicamente un 18% de las chicas.
"Estos datos abren la reflexión sobre cómo histórica y culturalmente la tecnología, como concepto y construcción social, está íntimamente vinculada a la masculinidad y tiene un rol clave en las desigualdades de poder entre géneros y, por tanto, en la reproducción de la lógica patriarcal", recalca Fernández de Castro.
Es necesario mejorar la formación y fomentar la igualdad
Ante las conclusiones del estudio, el investigador de la UOC advierte que es necesario abrir espacios educativos en los que se pueda acompañar a los jóvenes "para fomentar esa crítica del entorno digital y desmitificar la idea de que son nativos digitales y que por sí mismos aprenderán lo que haga falta".
En este sentido, los autores de la investigación sostienen que esta educación digital debe incorporar una mirada crítica para que no se centre únicamente en la formación de empleados que se ajusten a las necesidades del mercado laboral, sino también a "la conformación de una ciudadanía activa, participativa y con capacidad crítica". Además, defienden que también es necesario incluir algunos de los aspectos de las teorías feministas en el ámbito tecnológico para conseguir así una mayor equidad en las competencias de la juventud.
"Es importante que la educación digital tenga como una de sus bases los feminismos que han estudiado la relación del género con la tecnología, incluyendo las diversas perspectivas y propuestas interseccionales que contribuyen a elaborar una conciencia crítica de lo digital", incide Fernández de Castro.