La empresa británica Vesuvius, dedicada a la ingeniería de flujo de metal fundido y que cotiza en la Bolsa de Londres, ha reconocido haber sufrido un ciberataque.
Según han explicado en un comunicado a través del Servicio Regulatorio de Noticias, el incidente ha implicado un acceso no autorizado a sus sistemas.
"Inmediatamente después de darnos cuenta de la actividad no autorizada en nuestras redes, tomamos las medidas necesarias para investigar y responder al incidente, incluido el cierre de los sistemas afectados", señalan.
Vesuvius está trabajando con expertos en ciberseguridad para "respaldar nuestras investigaciones e identificar el alcance del problema, incluyendo el impacto en la producción y el cumplimiento de los contratos".
También aseguran estar tomando las medidas necesarias para cumplir con "todas las obligaciones reglamentarias pertinentes a la luz de la información que surge de nuestras investigaciones en curso".
Por el momento, los detalles del incidente que han trascendido resultan algo escasos. Aun no se sabe cuál es la magnitud del problema ni se conoce qué sistemas de TI habrían sido afectados por el ataque.
Además, la compañía no ha compartido la naturaleza del ataque ni si los actores de amenazas se han puesto en contacto con ella. Aunque no se ha confirmado, todo apunta a que podría tratarse de ransomware.
Otros ataques a compañías británicas
Vesuvius cuenta con una plantilla de más de 10.000 empleados y a las horas de darse el ciberataque sus acciones se precipitaron un 3,8% en la bolsa londinense.
El ataque a una organización de este estilo puede ser muy jugoso para los hackers en el sentido de que puede abrirlos las puertas al robo de secretos industriales en el sector del acero.
En las últimas semanas varias empresas e instituciones muy importantes de Reino Unido han sido golpeadas por el ransomware. Es el caso del diario The Guardian, el servicio postal Royal Mail o Ion Group, un proveedor de software que ofrece programas financieros a una gran cantidad de compañías de la City de Londres.
Tanto en las amenazas a Royal Mail como en la de Ion Group, ocurrida hace tan solo unos días, la autoría se debe a la pandilla LockBit, que se ha relacionado con actores de amenazas rusos.