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Desarrollo y Defensa

España, excluida del tanque europeo MGCS, ya no se fía de Francia ni de Alemania

París y Berlín ignoran a nuestro país en el desarrollo del nuevo carro de combate principal.

Experto en migraciones y analista internacional.

4 minutos

Imagen del KF-51 que propone la empresa Rheinmetall para Europa. Foto: Rheinmetall.

La prometida cooperación europea en defensa parece convertirse en un club privado liderado por Francia y Alemania. España vuelve a quedar fuera de uno de los grandes proyectos estratégicos: el nuevo tanque europeo MGCS. Este episodio revive viejas tensiones que ya se han visto en programas como el Eurofighter o el caza de sexta generación FCAS.

Bruselas insta a unir fuerzas para la futura industria de defensa europea, pero a Madrid le toca un trozo muy pequeño del pastel y solo le queda quejarse de la situación en la que los grandes proyectos europeos quedan principalmente en manos de Francia, Reino Unido y Alemania. La cooperación paneuropea para la industria de defensa del Viejo Continente no es lo que parece.

España, fuera de MGCS: club cerrado entre París y Berlín

El caso más reciente de esta situación lo tenemos con el proyecto Main Ground Combat System (MGCS), destinado a desarrollar el nuevo carro de combate principal europeo. Ni París ni Berlín respondieron a la solicitud oficial presentada por el Gobierno español en agosto de 2024, que se quedó sin contestación.

Esta situación se confirmó el pasado 10 de abril, cuando España fue oficialmente excluida de la creación del consorcio MGCS como entidad legal, y que ha quedado formado por KNDS Deutschland (25%), KNDS France (25%), Rheinmetall (25%) y Thales (25%) (todas estas empresas son alemanas y francesas, por supuesto). Así, París y Berlín cerraron las puertas de este club privado a cualquier otra nación.

¿Qué es el MGCS? El futuro de la guerra terrestre en Europa

El MGCS es un proyecto de origen francoalemán para desarrollar la próxima generación de sistemas de combate terrestre, concebido como un "sistema de sistemas" que integrará vehículos tripulados y no tripulados, sensores avanzados y capacidades de mando y control.

El objetivo es reemplazar los actuales carros de combate Leopard 2 alemanes y Leclerc franceses. Más allá de ser un simple tanque, se concibe como una plataforma integrada que incluirá vehículos autónomos, sistemas de armas avanzados y capacidades de guerra en red.

Timing del proyecto

El proyecto se desarrolla en varias fases:​

  1. Fase de demostración tecnológica (TDP). 2020-2024.
  2. Fase de demostrador del sistema completo (FSDP). 2024-2028.
  3. Fase de implementación y reproducción. 2028-2035.
  4. Despliegue inicial: Previsto para 2035.
  5. Capacidad operativa plena: Entre 2040 y 2045.
Imagen conceptual del MGCS. Fuente: Hensoldt.

Santa Bárbara Sistemas, la gran ausente

A España le gustaría participar en este proyecto por razones obvias. El MGCS será el reemplazo del Leopard 2, que supone la base principal de la flota de carros de combate española y que ahora mismo cuenta con producción local a través de Santa Bárbara Sistemas, lo que hubiera supuesto por otro lado involucrar a esta empresa en el proyecto.

Las disputas europeas por ganar porcentaje en estos multimillonarios proyectos no es nueva. El Future Combat Air System (FCAS), el caza de sexta generación desarrollado conjuntamente por España, Francia y Alemania, ha sido testigo de recientes disputas y tensiones por este asunto. El fabricante francés Dassault Aviation está suponiendo la voz discordante en este proyecto y señala dificultades para alcanzar acuerdos en aspectos como la distribución de cargas de trabajo. También ha criticado los planes para incluir a Bélgica en el proyecto e incluso ha insinuado una posible salida para continuar con investigaciones independientes.

Francia y su historial: siempre en busca de ventaja

París siempre ha tenido la fama de defender lo suyo… incluso a costa del interés de los demás. En este proyecto y en otros, los galos suelen buscar una posición muy privilegiada frente al resto de socios.

El caso del proyecto Eurofighter también tuvo a Francia como protagonista. Dassault Aviation comenzó en el proyecto, pero se retiró del proyecto lo que llevó a Francia a desarrollar su propio avión de combate Rafale. El Reino Unido, Alemania, Italia y España tuvieron que completar el Eurofighter por su cuenta. Aunque el consorcio Eurofighter GmbH, creado en 1986, también contaba con una distribución desigual de participaciones, siendo la empresa española CASA la que recibió la menor cuota, en función del número de aeronaves que planeaba adquirir.

FCAS: el contraste de un proyecto donde España sí tiene voz

España se unió al FCAS en 2019, con una participación equitativa en términos de inversión y carga de trabajo. La empresa española Indra actúa como coordinadora nacional, liderando áreas clave como sensores y sistemas de simulación. Además, compañías como UAV Navigation-Grupo Oesía participan en el desarrollo de tecnologías para drones acompañantes.

Al contrario que en el proyecto MGCS, donde su participación ha sido rechazada hasta ahora, en el FCAS, España es un socio de pleno derecho con responsabilidades claras.

¿Cooperación europea o intereses nacionales?

En el FCAS, la colaboración con Alemania y Francia ha sido más fluida, mientras que en el MGCS, las tensiones con la industria francesa han obstaculizado la inclusión de España.

Estas diferentes realidades en cuanto a participación nacional reflejan las complejidades de la cooperación industrial europea (y de los intereses nacionales por encima de los europeos) y deja claro que necesitamos una estrategia más cohesionada para garantizar una participación equilibrada en futuros desarrollos de defensa.​