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Navantia ofrece a Filipinas dos submarinos S80 y ayuda para su desarrollo

Ha presentado a la Armada de Filipinas una oferta de 1.700 millones de dólares para desarrollar una fuerza submarina.

Ramón C. Riva.

Ex militar y experto en Seguridad.

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Submarino S80.
Submarino S80.

En septiembre de 2022, el gobierno francés, a través de su embajadora en Filipinas, Michèle Boccoz, comunicaba que se había abierto dialogo con el gobierno filipino para una posible adquisición de submarinos.

Filipinas es un archipiélago con una de las costas más largas del mundo (36.000 km.) y disputas territoriales con sus vecinos, sobre todo China. Pero se ha quedado atrás en la carrera de submarinos con sus vecinos del Sudeste Asiático. Actualmente, Indonesia, Malasia, Vietnam y Singapur ya cuentan con submarinos.

 

El deseo de la Armada filipina de contar con una flota submarina (2) va tomando forma real y parece ser que se sitúan en la final tres opciones.

La francesa de Naval Group sería la primera, ofreciendo submarinos de la clase Scorpene. La segunda es la surcoreana de Hanwha Ocean, que ha subido la apuesta ofreciendo sistemas de combate que se exportarán desde Corea del Sur por primera vez, como el sonar de casco suministrado por LIG Nex1 que se encuentra en el submarino KSS-III, cuyos detalles están clasificados.

La oferta se mejoró cuando se informó a la compañía que el presupuesto para adquirir submarinos ahora se ha incrementado de PHP 70 mil millones (USD 1,24 mil millones) a PHP 97 mil millones (un 38% más).

Y la tercera opción la propone la española Navantia, cuya oferta va mucho más allá del suministro de dos modernos submarinos clase S-80, ya que ha presentado a la Armada de Filipinas una oferta de 1.700 millones de dólares para desarrollar una fuerza submarina.

La oferta integral abarca la entrega a Filipinas de dos de sus últimos submarinos de la clase S80 Isaac Peral, una amplia formación del tripulación y personal de la Armada de Filipinas, y transferencia de tecnología en operación y mantenimiento de submarinos para apoyar la ambición del país de producir sus propios requisitos de defensa.

La financiación también correrá a cargo del Gobierno español, que ofrece una garantía soberana sobre el préstamo del 100% del coste total del contrato. El pago sólo se efectuará tras la entrega del primer submarino a la Armada filipina.