Vivimos tiempos convulsos. En los últimos años, ciberdelincuentes rusos han ganado notoriedad por su capacidad para llevar a cabo ataques sofisticados contra empresas, gobiernos y organizaciones en todo el mundo, pero ¿cómo los llevan a cabo?
La Audiencia de Barcelona los investiga como presuntos autores de delitos de descubrimiento y revelación de secretos por el espionaje a Andreu Van den Eynde.
El ciberespionaje se ha convertido en una de las principales amenazas para la seguridad nacional, especialmente en el ámbito militar, pero ¿cómo pueden ser atacadas las fuerzas armadas de España y cómo deben protegerse?
Kaspersky ha lanzado una nueva función en sus aplicaciones móviles que detecta dispositivos sospechosos que rastrean la ubicación de una persona por Bluetooth.
El grupo Star Blizzard ha cambiado su modus operandi y está invitando a investigadores y funcionarios a unirse a grupos falsos para acceder a sus mensajes.
Hackers vinculados al Gobierno de Pekín interceptaron comunicaciones sensibles en EE. UU., Europa y América Latina, lo que expone graves vulnerabilidades en infraestructuras críticas a escala mundial.
La colaboración internacional entre agencias de seguridad como Europol, el FBI y organizaciones privadas ha logrado algunos éxitos, pero los actores rusos continúan adaptándose rápidamente a las nuevas medidas de seguridad.
El conflicto entre Rusia y Ucrania nos ofrece valiosas lecciones sobre la naturaleza cambiante de la guerra y la seguridad en el siglo XXI. La pregunta es: ¿nos habíamos percatado lo suficiente?
Este patrón creciente plantea serias inquietudes sobre la seguridad, la inteligencia militar y los desafíos geopolíticos en un mundo cada vez más interconectado.
En pleno S.XXI, las batallas no solo se libran sobre el terreno. Internet se ha convertido en otro campo de duros enfrentamientos donde agentes externos intentan atacar y mermar las capacidades de las diferentes fuerzas armadas, también la española.
A medida que crece la popularidad de los e-sports aumenta la cantidad de dinero que se invierte en los torneos, que también atrae a los ciberdelincuentes.
Antonio Herrera, analista geopolítico especializado en el este de Europa, explica las estrategias que adoptan las corporaciones para salvaguardar su propiedad intelectual.