Elena González-Blanco, experta en IA: “El uso que se hace de la IA en China va bastante más allá de los límites"

Esta emprendedora en el ámbito de la Inteligencia Artificial pone en valor las extraordinarias capacidades que ofrecen las herramientas de IA.

Pedro Fernaud

Periodista

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Elena González-Blanco, experta en IA.
Elena González-Blanco, experta en IA.

Elena González-Blanco es CEO de Clidrive, una startup enfocada en conseguir que cualquier persona que tenga un coche pueda conseguir las mejores condiciones de crédito gracias a la tecnología, y de Clibrain, proyecto que optimiza en castellano las soluciones de inteligencia artificial más exitosas del mercado. Además, lidera el proyecto que ha desarrollado, junto al IE University, LyrAIcs, un recomendador musical que opera de acuerdo al contenido de las letras de las canciones. Se trata de una de las voces más autorizadas de la Inteligencia Artificial en nuestro país.

Durante esta entrevista, esta Doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid expone interesantes puntos de vista sobre la capacidad que tienen las inteligencias artificiales de mejorarnos la vida e ilustra sobre el valor de formarnos adecuadamente en sus posibilidades y riesgos. Lo hace con una capacidad didáctica que pone de relieve su bagaje como profesora en el IE Business School de Inteligencia Artificial aplicada a negocio.

¿De qué manera nos mejora la vida la IA? ¿Qué ejemplos concretos ponemos a los lectores para dimensionar cómo la IA les está haciendo más sencilla y grata la existencia?

La IA nos permite hacer un montón de cosas en el día a día. Por ejemplo, la parte de tecnología del lenguaje ha representado un gran avance en los últimos meses, generando progresos muy importantes y oportunidades en los ámbitos de la vida que requieren textos. También resultan muy relevantes los avances en las interacciones que realizamos con la voz. Creo que, en algunos casos, ya estamos en ese punto que vaticinó el matemático Alan Turing en el que es difícil diferenciar la máquina del ser humano, aunque este momento aún no ha llegado en español, ya que la IA está mucho más avanzada en inglés. Estamos en un momento de gran implantación de los asistentes virtuales, que entraron en nuestra vida desde ese momento de: “Alexa, ponme el despertador” a esa conversación que tenemos que se transcribe de voz a texto, y que luego nos permite transformar lo dicho en un mensaje que enviamos. Gracias a esas herramientas podemos conseguir que haya un aumento de productividad en el día a día. También son muy significativos los avances con el tratamiento de imagen de las IA, cuyos avances son gigantescos. Por ejemplo, el hecho de desbloquear el móvil con la cara comporta un desarrollo de la IA de muchos años a través de las redes neuronales, que se han llegado a simplificar desde el punto de vista del usuario de una manera que es casi imperceptible. He ahí la paradoja de nuestro tiempo: tecnología cada vez más sencilla de utilizar y cada vez más compleja en términos de programación. También es muy importante como, cada vez más, se hace más sencillo el acceso a la tecnología para cualquier tipo de persona. Me parecen muy interesantes, por ejemplo, sus usos para ayudar a las personas que padecen alzhéimer o a las personas con problemas de visión…así como a niños, personas mayores y discapacitadas.

¿Cuáles son los principales riesgos y retos que representa el desarrollo de la Inteligencia Artificial?

El principal riesgo que tenemos ahora mismo con la inteligencia artificial es el miedo. Citando a José Luis Cordeiro, ingeniero y futurista, “el miedo a la estupidez humana es lo que ahora mismo nos frena para entender las ventajas que esta tecnología nos puede traer”. En estos momentos, lo que se aprecia es que hay una tecnología que avanza muy rápido y que muy poca gente entiende. Esto genera un rechazo y un miedo a que esto pueda irse de control.

De ahí que sea tan importante que la formación ayude a manejar esa tecnología en todos los niveles y a todos los usuarios. Cuando hablo de formación, me refiero a una información y formación continua respecto a cómo funcionan esos prodigios y cómo usarlos. Por ejemplo, es muy interesante el debate que se ha generado en torno a Chat GPT en torno a la privacidad de los datos. Es importante saber adónde van los mismos, cómo se restringe su uso y qué se hace con ellos... Para ilustrar de lo que hablo: cuando un usuario sube una foto a una red social, pone esa imagen en un dominio público universal y se expone a que esa foto pueda ser manipulada de múltiples formas…de ahí que el principal peligro estriba en un mal uso que se haga de la tecnología. Lo que sí que me parece un riesgo de calado es interpretar y trabajar con la inteligencia artificial desde un punto de vista geopolítico. Por ejemplo, el uso que se hace de la IA en China va bastante más allá de los límites que nos podamos imaginar en Europa o Estados Unidos. Eso produce un miedo importante, porque no sabemos bien lo que están haciendo o hasta dónde pueden llegar. De cualquier manera, creo que cuando hablamos de IA tenemos que ir sobre todo a la oportunidad que tenemos delante más que a los miedos que pueda generar. Es cierto que cualquier cambio tecnológico o industrial genera unos temores y un rechazo, pero la realidad es que los beneficios son mucho mayores que el rechazo. Y para ello, la formación y el conocimiento de cómo funcionan estas tecnologías resulta esencial.

Chat GPT ha supuesto una disrupción de primer orden en el ámbito de la inteligencia artificial y los buscadores de información. ¿Cómo valora el fenómeno? ¿Cuáles son en su opinión las ventajas y los riesgos que comporta su rápida y creciente popularidad?

Chat GPT no sale de la nada. La tecnología que hay detrás se inventó matemáticamente en los años 50 del siglo pasado. Esos investigadores empezaron a escribir la parte matemática que hay detrás de las redes neuronales, con toda la estructura de transformers, de matrices y de vectores que se transforman en redes y conforman el núcleo tecnológico de Chat GPT. Se trata de una teoría matemática que no se ha podido poner en marcha hasta hace 10 años, e incluso menos en muchos casos. ¿Por qué? Por falta de capacidades de computación, de hardware y software, y por la cantidad de datos que necesitan estos sistemas para ser entrenados. Ahora mismo, se ha dado la circunstancia de que la tecnología ha madurado muy rápido: se ha pasado de un sistema de reglas a un sistema en el que el volumen y la estadística ha dado grandes posibilidades, pero ha sido el avance de las redes neuronales lo que ha permitido lo que se conoce como entrenamiento no supervisado. Es decir, que en lugar de tener que entrenar estos sistemas de aprendizaje de máquina con muchísimo feedback humano, hemos conseguido que las máquinas tengan capacidad de aprender. Con capacidad de aprender no me refiero a que las máquinas cobren vida y sean capaces de tomar decisiones, sino a que ya son capaces de extraer una serie de razonamientos similares a los que podría hacer un ser humano mediante operaciones matemáticas. En ese sentido, es importante recalcar que eso de que la máquina se hace consciente no existe.

En resumen, ChatGPT y las IAs generativas que están saliendo en estas últimas semanas son una evolución de esas redes neuronales que funciona gracias a un sistema computacional nutrido con billones de datos y textos, de manera que este sistema es capaz de replicar, mediante un contexto, cuál es la palabra que va después de lo que tienen como contexto para dar su punto de razonamiento. Gracias a esa tecnología, el resultado que obtenemos de cada consulta hecha a esta máquina es mucho más parecido y similar al lenguaje humano que lo que había hasta ahora

Llevo trabajando en tecnologías del lenguaje más de quince años y lo que ofrece Chat GPT es un salto exponencial en el resultado, con transcripciones y razonamientos que te hacen pensar que estás hablando de verdad con una persona. Esa sensación de que hablas con una máquina que conversa como tú genera una confianza enorme en el usuario. También es muy estimable la capacidad de acceso que concede a toda clase de usuarios: desde niños a personas legas en tecnología. De ahí su rápida extensión y democratización de uso. También es muy apreciable el ahorro de tiempo en términos de productividad. Asimismo, me parecen muy importantes los recursos que ofrece en el ámbito escolar, porque combina el uso de información con la capacidad de dar un resultado adaptado a la pregunta que le haces.

Geoffrey Hinton, científico y ex vicepresidente de ingeniería de Google, reflexionaba recientemente en el diario El País sobre las posibilidades de la Inteligencia Artificial. Por ejemplo, habla de cómo "la generación de noticias falsas que se están produciendo con algunas IA están dividiendo a las sociedades". También alerta de cómo "la eliminación de ciertos tipos de trabajo que propician las herramientas de inteligencia artificial tendrá un impacto en el empleo, incrementando la disparidad de riqueza entre ricos y pobres". ¿Comparte ese análisis?

Creo que la clave de ese asunto es la evolución tecnológica. El tema es complejo porque la evolución de la tecnología es tan rápida que la brecha entre las personas y empresas que se adaptan al entorno digital y las que no, es cada vez mayor porque esto va a una velocidad que no se puede parar y que cada vez es más rápida. En ese sentido, la formación tiene que ser continua y los equipos tienen que estar muy de la mano de la tecnología y esa mentalidad de cambio tiene que estar en el ADN de cada persona y organización porque si no el riesgo de quedarse fuera del mercado o de tener un producto que se queda obsoleto es cada vez mayor. Un dato para dimensionar esos cambios vertiginosos: lo que había hace tres meses se está superando cada día. El factor humano importante en esta ecuación tiene que ver con el plus de la vertiente creativa en la generación de texto y de imagen: lo que abre una puerta a la generación de contenidos de mucho valor a una velocidad formidable, incrementando así la productividad muchísimo, por poner un ejemplo.

En la misma entrevista Hinton expresaba un diagnóstico que genera asombro y cierta inquietud. Según este científico, hace poco se ha percatado de que "la inteligencia que estamos desarrollando podría ser una forma de inteligencia mejor que la de los cerebros biológicos". O lo que es lo mismo, expresa este experto en IA: "con un sistema digital podrías tener muchas copias de exactamente el mismo modelo del mundo. Estas copias pueden funcionar en distintos hardwares. De este modo, diferentes copias pueden analizar distintos datos. Y todas esas copias pueden saber al instante lo que las demás han aprendido. Lo hacen compartiendo sus parámetros. No podemos hacer eso con nuestro cerebro". Suena a capacidades cuánticas de procesamiento de información ¿Qué le parece ese diagnóstico?

Creo que la máquina es mucho más potente que nuestro cerebro en términos de volumen. Pondré un ejemplo: en Clibrain hemos creado una herramienta que transcribe todas las conversaciones que tiene nuestro equipo de ventas en el call-center: Clicall, al tiempo que las analiza de manera automática y saca conclusiones. Cada día, estamos procesando más de 1.500 conversaciones. Con personas, seríamos incapaces de procesar toda esa información. Ni aun cuando pusiéramos 10 personas a escuchar esas conversaciones y a sacar conclusiones. En resumen: la máquina lo que permite hacer es un proceso a escala; cuantos más datos disponga, más fino será el procesamiento y más fino el resultado. Se trata, en suma, de que la tecnología complemente a nuestro cerebro.

Su perfil profesional incluye importantes reconocimientos, como el premio 2021 WIDS (Women in Machine Learning and Data Science). También ha sido seleccionada como una de las profesionales Top 100 mujeres de España en las ediciones del año 2016, 2017 y 2018 del certamen www.lastop100.es. ¿Qué factores cree que favorecen el desarrollo profesional de una mujer en el ámbito directivo?

Es un conjunto de circunstancias. En mi caso, creo que la clave de mi desarrollo profesional ha estado en esa curiosidad de ir aprendiendo todo el tiempo. Al final, no es cuestión de ser hombre o mujer, sino de hacer cosas un poco diferentes. La clave es dar un salto interdisciplinar, ser audaces en nuestros planteamientos, y tener un pensamiento lateral. No obstante, es clave ayudar a las mujeres a la conciliación y a despertar las vocaciones tecnológicas desde la adolescencia. Personalmente, compatibilizar una vida personal y profesional te hace tener un perfil mucho más completo. Respecto a los reconocimientos que premian el esfuerzo diario, es todo un orgullo.

Al hilo de lo anterior, ¿cómo valora la situación de las féminas en España en el ámbito de la ciencia y de la tecnología? ¿Qué medidas implementaría para estimular su desarrollo en esos campos?

En la ciencia, varía la proporción de hombres y mujeres en cada campo. Respecto a la poca presencia femenina de la tecnología, falta la formación y salir de etiquetas que nos encasillan. Personalmente, creo que es clave la posibilidad de reciclarse durante la vida. Me formé como filóloga y trabajo con la IA y de ambos ámbitos interrelacionados se extraen muchos aprendizajes.

Así mismo, llama la atención cómo ha desempeñado puestos de alta responsabilidad en el desarrollo de inteligencia artificial en empresas tan reputadas como el Banco Santander, AON Iberia o Minsait-Indra y lo ha compaginado con su faceta como madre de cuatro hijos. ¿Cuáles cree que son los factores que favorecen la conciliación en posiciones de elevada exigencia profesional?

Creo que es muy importante tener ayuda de la pareja, de la familia, así como apoyo profesional en el ámbito doméstico. Si uno no delega y no tiene buen equipo, no llega a todo. Esa experiencia personal, de gestionar una familia y un trabajo, me ha ayudado a gestionar la empresa. Se trata de manejar el caos, situaciones de multitarea, así como imprevistos y el estrés como factores de escuela vital. Cuanto más motivación y compromiso tiene uno con lo que hace, más salen las cosas.

En este punto queremos preguntarle acerca de los diferentes proyectos empresariales que está liderando. En primer lugar, le consultamos por Clidrive, una startup centrada en que particulares moneticen el uso de su coche a través de múltiples fórmulas. Nos gustaría que nos explicase las claves y el valor añadido de esta startup.

Clidrive es una plataforma de tecnología, que conecta a los conductores con entidades financieras para poder conseguir dinero a través de su coche. Gracias a la tecnología y una buena experiencia de usuario, lo que hacemos es que cualquier persona que tenga su coche pagado pueda conseguir un préstamo personal con ese coche como aval, en mejores condiciones de lo que sería un préstamo normal. De este modo, la persona sigue disfrutando de su coche y además tiene la posibilidad de afrontar un gasto extra, que puede ser muy variado en función de las necesidades de cada persona: hay quien quiere pagar una reforma, o quién quiere enviar a su hijo al extranjero. Esa hipoteca inversa del automóvil es un modelo muy exitoso en un momento en el que las condiciones de acceso a crédito en el mercado se están endureciendo y los tipos están cada vez más altos.

Clibrain es una startup que trae al mercado hispanohablante las principales soluciones de inteligencia artificial, contextualizadas y entrenadas específicamente para funcionar de manera más óptima en español. ¿Cómo han articulado este proyecto? ¿Qué ventajas aporta para un hispanohablante no muy versado en la IA que quiera explorar las posibilidades que ofrece ese campo?

Llevo trabajando en inteligencia artificial desde un punto de vista científico durante prácticamente toda mi vida. En los últimos quince años he estado investigando sobre estos temas y viendo cómo la tecnología ha ido avanzando. Cuando montamos Clibrain, empleamos las ventajas de la tecnología para nuestro propio uso. Por ejemplo, analizando las llamadas del call center como te explicaba antes, para saber qué estaba pasando ahí, procesando lo que funcionaba y transmitiendo esas pautas exitosas a nuestros agentes. Esto nos llevó a funcionar tan bien que uno de nuestros partners nos sugirió que por qué no lo llevábamos al mercado, que ellos nos lo comprarían. De manera que ´productivizamos´ todas esas soluciones que estábamos empleando en el mercado para dar un salto más allá. Dentro de Clibrain, tenemos una plataforma, Clichat, que, mediante el lenguaje natural, permite realizar una serie de operaciones, como las que haría ChatGPT en algunos casos, pero mucho más ricas. En el sentido de que permite a un usuario de cualquier empresa hacer consultas sobre su propia documentación, a partir de la documentación y ficheros que suben previamente. Además, permite tener conversaciones con contexto sobre la compañía con sus compañeros de grupo o dentro de un área de búsqueda. Nuestra propuesta resuelve una serie de problemas que había sobre la privacidad de datos y documentos que había hasta ahora en torno a la inteligencia artificial y además agregamos el valor añadido de la experiencia de usuario en español. Hasta el punto de que estamos entrenando nuestros algoritmos con variedades del lenguaje en castellano, el segundo idioma más hablado del mundo, con 500 millones de hispanohablantes. De manera que nuestro objetivo es que nuestros usuarios de, por ejemplo, Argentina o México reciban una respuesta adaptada a su léxico y repertorio cultural.

Nos ha parecido especialmente interesante LyrAIcs, un recomendador de contenido musical en español basado en el análisis automatizado de las letras de canciones. ¿Hasta qué punto es disruptivo que un algoritmo te sugiera canciones para escuchar en función de temáticas y contenidos? ¿Puede ponernos algún ejemplo concreto de las ventajas que aporta a los melómanos?

Cuando creamos LyrAIcs, se modeló un proyecto de investigación que continuaba Postdata, un proyecto financiado por la Unión Europea cuyo objetivo era emplear la inteligencia artificial para analizar poesía en diferentes lenguas. A partir de esos algoritmos, pensamos en darles una vuelta más y aplicarlos a las canciones, que son una forma de hacer poesía estructurada de acuerdo a los ritmos que la acompañan. Hasta ahora, los recomendadores de música funcionaban únicamente con criterios musicales y de género musical, te recomiendan en función de tu estilo. Pero nadie se fijaba en los textos que sustentan esas canciones. A partir de analizar el contenido de las letras que escuchas, LyrAIcs te recomienda canciones que quizá no escucharías por ti mismo, al sacarte de tu zona de confort de estilo musical, época…y que sin embargo te pueden gustar o inspirar por el contenido de las letras. Nuestra propuesta complementa a soluciones como Spotify, Apple Music o esos recomendadores musicales que ya existen. Además, tenemos LyrAIcs mix se modeló un proyecto de investigación que continuaba Postdata, un proyecto financiado por la Unión Europea cuyo objetivo era emplear la inteligencia artificial para analizar poesía en diferentes lenguas. A partir de esos algoritmos, pensamos en darles una vuelta más y aplicarlos a las canciones, que son una forma de hacer poesía estructurada de acuerdo a los ritmos que la acompañan. Hasta ahora, los recomendadores de música funcionaban únicamente con criterios musicales y de género musical, te recomiendan en función de tu estilo. Pero nadie se fijaba en los textos que sustentan esas canciones. A partir de analizar el contenido de las letras que escuchas, LyrAIcs te recomienda canciones que quizá no escucharías por ti mismo, al sacarte de tu zona de confort de estilo musical, época…y que sin embargo te pueden gustar o inspirar por el contenido de las letras. Nuestra propuesta complementa a soluciones como Spotify, Apple Music o esos recomendadores musicales que ya existen. Además, tenemos LyrAIcs mix, una batidora de canciones que te permite mezclar diferentes composiciones y estilos musicales. Con las funcionalidades que ofrece nuestra herramienta, se puede cambiar la letra de una canción en un karaoke o limitar el acceso a cierto tipo de contenido para ciertos usuarios en función de criterios como la edad.

Por último, ¿de qué manera cree que se puede poner la Inteligencia Artificial al servicio del conjunto de la sociedad? ¿De qué modo cree que su uso va a mejorar el futuro de sus hijos y de las generaciones venideras?

Empezando por tu segunda pregunta. Creo que la formación a todos los niveles, especialmente de padres, profesores y educadores en todos los ámbitos es fundamental para que la IA beneficie a toda la sociedad y se emplee adecuadamente. De este modo, se sabrá cómo emplear atinadamente esos instrumentos, y se conocerán bien las implicaciones y los riesgos de esas  En cuanto a extender el acceso a la IA, desde Clibrain estamos creado Clichat para favorecer que los usuarios de una empresa tengan una herramienta de conversación que les ayude a entender mejor cuáles son sus fortalezas, retos y áreas de mejora a partir de una conversación sustentada en un procesamiento optimizado de datos. El caso es que es una herramienta de IA que montamos para nosotros. Como vimos que los resultados eran espectaculares, decidimos ofrecerlo al resto de organizaciones y personas. Te doy un dato que contextualiza esas posibilidades: abrimos la semana pasada Clibrain y la lista de espera de Clichat y en menos de 24 horas se apuntaron 300 empresas. Creo que hay mucha demanda en el mercado y mucha curiosidad para aprovechar al máximo las posibilidades de la IA. Mucha gente habla de ello, pero solamente unos pocos saben cómo aprovecharlo al máximo. Ahí es donde ofrecemos nuestro servicio a la sociedad.