Oscar Fuente

Opinión

Analfabetos digitales

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Óscar Fuente, director y fundador de  IEBS  Business School
Óscar Fuente, director y fundador de IEBS Business School

Aunque el uso de las nuevas tecnologías en los hogares ha crecido mucho en los últimos años, sigue existiendo una brecha digital que suele atribuirse a factores como la falta de infraestructura en zonas rurales o a la falta de conocimientos de informática y habilidades digitales necesarias. De hecho, el último estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística señala que en España un 7,7% de la población de 16 a 74 años no utiliza Internet. Sin embargo, los valores más altos de esta brecha siguen correspondiendo a los grupos de edades avanzadas.

En un país como España, es llamativa la falta de atención general que se le presta a la brecha digital, una de las divergencias más evidentes de la sociedad también llamado analfabetismo digital. Los analfabetos digitales son persona incapaces de interactuar, entender y utilizar de forma provechosa las nuevas tecnologías. Hace años ser analfabeto implicaba no saber leer ni escribir, pero el término ha tenido que actualizarse a esta nueva realidad. Ahora hace referencia a la falta de conocimientos para manejarse con las herramientas tecnológicas para poder llevar a cabo tareas cotidianas. Son los analfabetos digitales.

Si en la historia ser un analfabeto ya significaba tener una barrera para acceder al mercado laboral o para formar parte de determinadas instituciones, en la actualidad sigue existiendo el mismo problema. Hoy en día, los analfabetos digitales tienen más dificultades para buscar trabajo, obtener una promoción o pertenecer a un grupo social. A raíz de la pandemia, estas carencias se han hecho más patentes a causa del teletrabajo y la necesidad de las entidades educativas de tener que dar las clases online de la noche a la mañana. Todo, desde la educación hasta la atención médica, las compras de supermercado y la interacción social han tenido que dar respuesta a la pandemia planteando desafíos para las personas que tienen poco o ningún acceso a Internet.

Por el contrario, según el Estudio de Población Activa llevado a cabo también por el INE, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones tienen la mejor tasa de empleo entre las distintas ramas. Esto se debe a que los sectores digitales siguen creando empleo. En esta línea, un informe de Linkedin asegura que en los próximos cinco años se crearán en España alrededor de dos millones de nuevos empleos relacionados con la tecnología. Otro estudio de IDC para Microsoft asegura que “el 90% de las organizaciones españolas sufrirá reajustes en proyectos, retrasos en el lanzamiento de productos o servicios, o pérdidas de ingresos por no contar con los conocimientos de tecnología necesarios” y que “el 46% de las empresas españolas tiene problemas para encontrar los perfiles digitales”.

La informática y las herramientas digitales son más necesarias que nunca. Ha pasado de ser el futuro a convertirse en un presente fundamental. La transformación digital es uno de los ejes de la recuperación económica, por lo que la inversión en estrategia digital será fundamental. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa este problema, señalando que nada más y nada menos que el 42% de la población europea no dispone de las capacidades digitales básicas.

Teniendo en cuenta que el nivel de digitalización de nuestro país, por lo general, es bajo, el gobierno ha lanzado el proyecto España Digital 2025, en el que prevé invertir 70.000 millones de euros. El objetivo de este plan es impulsar la transformación digital del país estando alineados con la estrategia de la Unión Europea. La mayoría de las estrategias y agendas del proyecto se han articulado en torno a cuatro ejes de acción: el despliegue de redes y servicios para la conectividad digital, la digitalización de la economía, la mejora de la Administración electrónica y la formación en competencias digitales. Sin duda, la educación es el antídoto a este problema y un componente esencial de la estrategia para abordar la analfabetización digital. Educar en nuevas tecnologías, tanto en la escuela como desde las empresas, y favorecer e impulsar las salidas relacionadas con las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) también es fundamental. A menudo, la solución a la brecha digital se centra en facilitar un mejor acceso a través de una mayor infraestructura digital. Aunque obviamente son pasos importantes, la clave está en dar a las personas las herramientas y los recursos que necesitan para adquirir conocimientos digitales y que aprendan a navegar seguros en la red.

Óscar Fuente esDirector y Fundador de IEBS Business School