Miguel Angel García

Opinión

La Guardia Civil y la Policía Nacional informan

Director de Escudo Digital

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Vehículo de la Policía Nacional
Vehículo de la Policía Nacional

Frente a quienes como Rousseau consideran que “el hombre es bueno por naturaleza” y que ese estado de bondad actúa en beneficio de la sociedad están los que, como Hobbes, dan por sentado el egoísmo como esencia del comportamiento humano ("el hombre es un lobo para el hombre"), y que, fruto del choque de intereses -la llamada competencia-, surge el bien común.

Me viene a la cabeza este clásico debate filosófico al repasar la actividad de comunicación de la Policía Nacional y la Guardia Civil, dos instituciones que, bajo la dependencia del Gobierno, se complementan con el fin de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana (art. 104 de la Constitución).

Y es que tras observar parte de la información que nos trasladan a los medios de comunicación para su difusión (solo como receptor de notas de prensa, y dejando a un lado cualquier otra fuente) no me queda claro si, como cuerpos del Estado, se quieren, se odian, o si hay de todo un poco. Vista su relación desde los ojos del filósofo francés cabría pensar que ambos están plenamente coordinados y que intercambian cada detalle de una misma agenda, pero si tomamos como base la perspectiva del pensador inglés más bien parecería que mantienen una cierta rivalidad por no quedarse al margen de la actualidad.

Digo esto porque en las redacciones recibimos de forma continuada notas de prensa procedentes de diferentes organizaciones públicas y privadas, y en el caso concreto de las citadas fuerzas de seguridad, tan pronto como llega una nueva uno tiene la sospecha de que no va a tardar mucho en recibir otra de temática similar de la otra parte, cosa que a menudo sucede.

El caso más reciente es de hace menos de una semana, cuando la Policía Nacional nos envió a los medios un comunicado en el que informaba de la formación recibida por agentes especializados en la protección del espacio aéreo en el primer Curso de Policía Aeronáutica y Seguridad Aérea. Un comunicado que llegaba un día más tarde de otro similar en el que la Guardia Civil explicaba que la policía del aire de la Benemérita había completado su formación en drones en la Universidad de Salamanca.

Es decir, entre la gran variedad de actividades que realiza a diario cada uno de estos cuerpos de seguridad, en apenas 24 horas ambos coincidieron en sus avances formativos en algo tan concreto como es la seguridad aérea y los drones.  

Pero este es solo un ejemplo. Otro similar lo tenemos hace algunas semanas, cuando la Policía avisaba de la recuperación en Granada de un ídolo de un alto valor histórico poco antes o después (ya no lo recuerdo) de que la Guardia Civil publicara que el hallazgo de 10.000 piezas de gran valor cultural en un domicilio particular en Murcia. Otro asunto demasiado concreto como para pensar que era cosa del azar.

Y cito una tercera muestra. Esta, relacionada con formación en ciberseguridad, data de finales de septiembre y hace referencia, por un lado, al aviso de la presentación de la II Liga Nacional de retos en el Ciberespacio por parte de María Gámez, directora de la Guardia Civil, y, por otro, día arriba día abajo, al anuncio realizado por la Policía de que el ministro del Interior, Grande-Marlaska, iba a compartir una jornada formativa online con los alumnos de C1b3rWall Academy. Otra temática coincidente con pocas horas de diferencia.

También es cierto que más allá de estos casos, Policía Nacional y Guardia Civil nos aportan muchas otras informaciones de su incansable labor en grandes operaciones contra la droga, grupos criminales, etc., acciones en las que agentes e investigadores se juegan el pellejo y a las que el otro cuerpo siempre responde con un respetuoso silencio.

Pero volviendo a las informaciones en las que, con pocas horas de diferencia, Policía y Guardia Civil coinciden con temáticas tan similares, he de reconocer que tengo auténtica curiosidad por saber si estas responden a un modelo de relación rusoniano o hobbiano entre ambas instituciones. No tengo una respuesta, pero me gustaría pensar que, a diferencia de las voces que insisten en su mala relación, estas trabajan en una misma dirección, sin rivalidades, sin mirarse por el retrovisor ni ponerse zancadillas; y que lo hacen solo desde la lealtad y colaboración más absoluta, porque este no es buen momento para juegos. España y los españoles necesitamos más que nunca a ambos cuerpos unidos y trabajando por nuestra seguridad. Codo con codo.