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¿Cómo está influyendo el Covid-19 en el abandono y el maltrato animal?

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Esta sencilla pregunta no tiene una fácil respuesta. Dependiendo del ángulo desde el que se aborde encontraremos unos argumentos y datos que, sumados a los que vamos almacenando, quizá no sean del todo concluyentes. En cualquier caso, la respuesta es afirmativa.El Covid-19 está afectando a los animales, y solo podemos hacernos una idea de cuánto atendiendo a lo que nos cuentan las distintas partes implicadas en su rescate y cuidado, desde el Seprona a las sociedades protectoras, pasando por los voluntarios y las propias familias.

Si nos atenemos a los datos que obran en poder la Guardia Civil, el número de mascotas abandonadas no ha aumentado en el año 2020 con la pandemia. Cuando se inició el confinamiento, el pasado año, muchos temieron que el enorme aumento de demandas de adopciones estuviera relacionado con la picaresca: "me hago con un perro y tengo una excusa para salir a la calle todos los días, luego ya veremos", era la actitud que se presuponía. La tercera ola ha llegado, y, de momento no se ha producido un abandono masivo: "No nos consta que haya habido picos de abandono", afirma lasargento Ana Prieto, portavoz del Seprona, el Servicio de Protección de la naturaleza de la Guardia Civil.

Sin embargo, sigue habiendo perros abandonados. Miguel, un ciudadano animalista que se encontró en una carretera durante la gran nevada provocada por Filomena a un perrillo aterido al que puso chip y buscó hogar, tiene sus dudas; no confía en el futuro: "Los seres humanos son mucho más ingratos que los perros y olvidan con facilidad. Los abandonos volverán a producirse". Y eso que el papel de los animales durante la pandemia ha sido inestimable, afirman los psicólogos, hasta el punto de contribuir a evitar desórdenes mentales en personas que se encontraban muy solas.

El Seprona permanece alerta y sigue con su campaña iniciada en el año 2016 denominada #YoSiPuedoContarlo, que animaba a denunciar los casos de maltrato.

Escudo Digital ha hablado con la sargento Ana Prieto, miembro del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil, una unidad que, junto con las protectoras, se encuentran en lucha permanente contra el maltrato y el abandono de animales. "No tenemos ninguna unidad en concreto dedicada única y exclusivamente a este tema, pero el bienestar animal es uno de los grandes pilares vocacionales de los agentes que trabajan en el SEPRONA". La campaña, afirma, en la que colaboraron actores y actrices al principio, y en la que los agentes aparecen junto a perros y gatos en actitud muy cariñosa, ha servido de mucho. Y añade que la preocupación por el bienestar animal crece: "Yo creo que está aumentando en este ciclo político, hay que tener en cuenta que se ha creado una Dirección general de Derechos de los Animales en la vicepresidencia segunda y esodenota el carácter y la importancia que se le da al respeto por los animales".

Carmen Manzano, presidenta de la Asociación de Protectoras de Animales de Málaga, afirma que "el maltrato sigue existiendo, y el problema es que la alegalidad que protege a muchos maltratadores es mucho mayor que la ayuda que queramos prestar". Y pone un ejemplo: "Tú te encuentras en la calle a un animalillo maltratado y le llevas a un veterinario y el veterinario lo primero que hace es ver si tiene chip, y si en el chip pone Pepito Jiménez, llama a Pepito Jiménez, y si Pepito dice 'no haga usted nada que lo voy a recoger' no podemos hacer absolutamente nada".

Carmen Manzano, presidenta de las Asociaciones de Animales y Plantas de Málaga
Carmen Manzano

Se puede denunciar, afirma, pero lo más seguro es que pierdas el caso porque el dueño tiene el poder de decir que "el animal está enfermo, yo no lo quiero salvar y quiero que lo maten".O lo puede dejar en una perrera, porque según la norma, "puede dejarlo en las condiciones en las que esté, y no se puede hacer absolutamente nada". Y no todas las perreras tienen sacrificio cero como la Comunidad de Madrid o Cataluña. La de Málaga es una de las mejores de España, afirma Carmen, y hasta sus trabajadores colaboran con la Asociación, pero "este tipo de ayudas y colaboración entre los animalistas y las instituciones públicas solo se consiguen dando la tabarra en todos los despachos y no siempre es fácil".

El centro zoosanitario de Málaga sacrificó un 57% de animales menos en el 2020 respecto al año anterior gracias, entre otras razones, a la lucha titánica de sus propios trabajadores y a la colaboración con la Asociación de Protectoras de Animales de Málaga.

Datos estadísticos de la Asociación de Protectoras de Animales de Málaga
Datos estadísticos de la Asociación de Protectoras de Animales de Málaga

Con respecto a los datos facilitados por la Guardia Civil, Carmen, que reclama más medios para el Seprona, se muestra algo escéptica: "Con la pandemia, lo que ha aumentado es el número de animales destrozados que no conviven en los domicilios. La gente estaba en su casa y no los veía, muchos han muerto, y ahora nos han llegado al refugio algunos a los que nos ha costado mucho sacar adelante". Carmen señala que "hay casi más abandono porque hay más impunidad y Seprona tiene datos de las denuncias presentadas, tramitadas, y la mayoría son archivadas en el Juzgado. La justicia no actúa. Y es que cuando denuncias un maltrato, el animal desaparece; el dueño lo da, lo ata en cualquier sitio, lo lleva a una perrera, y tú ya pierdes todo el conocimiento del animal. Lo único que tenemos que hacer es contar con la piedad o compasión de los galgueros que nos llevan los animales al refugio cuando lo les sirven, y además tenemos que hacerles la ola, trayéndonoslo en las condiciones en las que los tienen".

Carmen Manzano en una manifestación en Málaga contra el maltrato animal
Carmen Manzano en una manifestación en Málaga contra el maltrato animal

Carmen Manzano es animalista y está en contra de la caza, especialmente la que utiliza realas (un grupo de perros). El tema es controvertido. Desde la Federación de Caza alertaban a Escudo Digital de que los perros necesitan hacer ejercicio físico diario. Carmen nos recuerda que aparte del drama de los galgos ahorcados por muchos cazadores, solo en nueve meses murieron 51 personas y más de 600 resultaron heridas por disparos de cazadores. Las estadísticas no incluyen Cataluña y Euskadi por tener esas comunidades las competencias cedidas en seguridad ciudadana.

Sigue leyendo si quieres saber qué hay que hacer con las mascotas de una persona que es hospitalizada o fallece por Covid

A Norma Wassaul, periodista de Canal Sur, voluntaria en el cuidado de animales, le han envenenado tres gatos que rescató y le han robado la caja jaula para salvarlos

El Seprona solo tiene datos de la punta del iceberg, afirman los animalistas, ya que no constan las denuncias presentadas ante las distintas policías locales, ni muchos casos de perros sin chip o incluso de algunos a los que se les ha arrancado. Y, señala Carmen, si el Seprona tramita 800 denuncias, a lo mejor de todas ellas "con resultado efectivo resultan solo veinte".

Las Asociaciones de Málaga agradecen la ayuda del SEPRONA, pero Carmen Manzano afirma que "les faltan medios, lo mismo les llaman para un vertido en un río que una urbanización, que para una moto que hace ruido. Tiene demasiadas competencias", y añade: "yo quiero una policía animalista, que no tenga 2.000 efectivos, que tenga ocho, pero destinados a los animales y quelas multas en los pueblos de menos de 6.000 habitantes no sean competencia de los alcaldes, sino de la Delegación de Gobierno. Ningún alcalde en un pueblo de 200 personas va a poner multas a quien es su sobrino o su yerno".

Otro de los grandes problemas que ha traído aparejado el Covid es el de los perros que se quedan solos cuando sus propietarios fallecen o son ingresados. En esos casos, afirma la Sargento Ana Prieto, los familiares, si no quieren hacerse cargo,"deben dar cuenta de esta situación el Ayuntamiento, que seguramente les derivará a la protectora de animales más cercana o al sitio de acogida en el que pueda tenerlos hasta una futura adopción".

Norma Wassaul durante una intervención. La jaula que aparece en la foto es la que le robaron. Los tres gatos que salvó
fueron envenenados.

Hay casos dramáticos, como el que relata Norma Wassaul, periodista de Canal Sur que hacevoluntariado con animales abandonados y está al cargo de varias colonias felinas en Sevilla. Una de sus cuentas en redes sociales mostraba este mensaje el pasado 30 de enero: "Maldigo a aquel que envenenó a los gatos que quedaban del anciano fallecido y me robó mi jaula trampa. No hay nada peor que el ser humano". Acompañaba al mensaje esta foto, una frase de José Martí.

Ella misma nos explica lo ocurrido: "La historia es esta. Son dos ancianos, el marido muere, ylos hijos se llevan a la mujer a su casa o a una residencia. En lo que era su hogar quedan unos doce gatos y cuatro perros. Los hijos, que son cinco herederos, dicen que ellos no quieren los animales y llaman a la perrera para que se los lleven, y nos dan un plazo, y encima nos echan la bronca porque unas hembras han parido, cuando el padre fue quien decidió no esterilizar a los animales. Y empezamos a sacar animales. Primero los cuatro perros, que se esterilizaron y se los llevaron dos a una protectora y otros dos que se los quedó una mujer. Los gatos se fueron llevando paulatinamente, y los está acogiendo una señora en su parcela, en su casa. Hasta ha invertido en una gatera. Quedaban solo tres animales, a los que iba a dar de comer personalmente todos los días. Nos han robado las jaulas trampa y los gatitos aparecieron envenenados".

Alguien ya había amenazado con hacerlo. Y eso que estaban en jaulas trampas y alimentados por ella dentro de un gallinero cerrado a cal y canto a la espera de encontrarles un lugar seguro. Decidió denunciarlo ante la Policía Nacional, pero no tiene pruebas.

Norma posee amplia experiencia en situaciones de maltrato, busca adoptantes, se ocupa de esterilizar y alimentar a más de sesenta gatos, y no es la primera vez que se encuentra en una situación dura relacionada con su trabajo de voluntariado: "Me he encontrado gatos maltratados abandonados en mi colonia, e incluso algunos quemados con sopletes. Vivimos en un mundo miserable; he visto perros ahorcados, galgos maltratados. El 80% de los animales abandonados provienende las zonas rurales, donde se practica la caza". Una opinión que corrobora Miguel, el rescatador de quien hablábamos al principio del reportaje: "El campo y los pequeños pueblos están lleno de perros muertos de frío y hambre que alguna vez tuvieron dueño. Y eso se ha visto especialmente con Filomena".

Se han visto muchos perros abandonados en las cunetas de las carreteras o errando por los pueblos durante el temporal Filomena.

Sigue leyendo si quieres conocer la labor que está llevando a cabo la institución El Refugio de Madrid con las mascotas de los enfermos de Covid, y lo que opinan sobre las adopciones durante la pandemia.

El plan "La Vida Sigue" fue creado para acoger a los perros de los fallecidos por Covid que carecen de familia para hacerse cargo de ellos.

Luisa y Juan viven en una ciudad dormitorio en las cercanías de Madrid y acaban de adoptar un perro grande, mestizo; les ha llevado más de dos meses la gestión, y es que las protectoras están realizando un control exhaustivo para prevenir adopciones oportunistas durante la pandemia: "Nos parecía exagerado. Si la casa es grande porque no quieren que sea para guarda, si es pequeña porque es pequeña. Solo nos faltó que nos pidieran el árbol genealógico, creemos que debe haber pocos animales para adoptar con la pandemia, porque si no, no se explica".

Hay una explicación, afirma Alba, de El Refugio, que niega rotundamente que haya menos animales para adoptar: "Sigue habiendo animales para adoptar durante la pandemia, pero no hemos notado que haya más abandonos. El proceso sigue siendo igual, queremos conocer a las familias y ver quién es el más adecuado. Cada vez que damos un gato o un perro en adopción entra otro. Siempre tenemos los mismos: unos 150 perros y unos 80 gatos".

No cree que con la pandemia la gente se haya deshecho de su perros en Madrid, pero reconoce que la situación es muy dura en otras zonas. Por ejemplo "en los lugares donde los cazadores tenían realas, y con el confinamiento no han podido ir a verlos". Y añade: "Si no hubiera pandemia seguiríamos colaborando con otras zonas, pero ahora nos estamos centrando en Madrid por un problema de movilidad. Y no podemos hacer rescates en otras partes".

El Refugio de Madrid ha desarrollado interesantes iniciativas para rescatar y dar cobijo a perros de personas que han sido ingresadas por la Covid-19 o han fallecido por causa de la enfermedad. Desde el comienzo de la crisis sanitaria del COVID-19 la protectora puso en marcha varios planes de acción para ayudar a los perros y gatos de afectados por el coronavirus en la Comunidad de Madrid. Uno de ellos fue la Unidad de Intervención Rápida, creada para rescatar de sus domicilios a los perros y gatos que queden desasistidos por la hospitalización de sus dueños debido a los efectos del Covid-19.

También es importante el plan "La Vida Sigue", creado para acoger a los perros de los fallecidos por Covid y carecen de familia para hacerse cargo de ellos.

A la edad de ochenta años, Luis G. T. ingresaba en enero de este año en el Hospital Universitario de Torrejón, infectado por COVID-19. Un íntimo amigo lo encontraba en su domicilio en mal estado, y lo traslada personalmente al hospital. Durante varios días, acudió al domicilio para alimentar a la perra; en concreto, seis, que fueron los que necesitó para llevarse la vida de Luis por delante. Es entonces cuando contactó inmediatamente con El Refugio para comunicar que la perra del recién fallecido necesitaba ayuda.

Nacho Paunero, presidente de esta protectora, junto a dos miembros más de su equipo, se personaron en la madrileña localidad de Mejorada del Campo para rescatar de su domicilio a “Alpha”, la que durante seis años fue o la perrita de Luis, y quedaba en situación de desamparo.

La perrita Alpha, rescatada tras la muerte de su dueño por dos miembros de la unidad de intervención rápida de El Refugio.

618193396 es el teléfono de contacto de la Unidad de intervención de El Refugio. En él, puede solicitarse ayuda para los perros y gatos de personas hospitalizadas o fallecidas por COVID-19 en la Comunidad de Madrid. 

“Subimos a la perrita a nuestra furgoneta para dirigirnos a nuestro Centro de adopción, y al arrancar, se encaramó al asiento trasero para rascar con su pata en la ventana, mientras veía cómo se alejaba del que siempre fue su hogar. Se me hizo un nudo en la garganta que me está costado mucho deshacer. Al comienzo de esta pandemia, sospechábamos que no iba a ser un trance breve, y que iba a causar situación de desamparo a multitud de perros y gatos. Cada uno de los rescates que hemos podido realizar nos ha dejado mella en el corazón. Acudir al domicilio de una persona que acaba de fallecer, de por sí ya te encoge el corazón. Si tras su puerta, te reciben pequeños totalmente desconsolados y desconcertados, se te encoge aún más. Ellos no saben lo que está ocurriendo, pero nosotros sí. Esta pandemia está teniendo un desarrollo de largo recorrido. Por nuestra parte, como organización con vocación de ofrecer un servicio social, no podemos más que continuar asumiendo el compromiso de intentar ayudar a todos los animales que lo necesiten; animales que tanto nos ayudan a las personas a mejorar nuestras vidas, aportando amor incondicional y alegría a raudales (valores que con los tiempos que corren, resultan impagables). Así lo haremos hasta que acabe esta pesadilla, se lo debemos”, declaró el presidente de El Refugio tras el rescate de Alpha.

Hay algo que es importante recordar, y por eso protectoras como el Refugio o las SociedadesProtectoras de Animales de Málaga extreman las medidas a la hora de realizar extensos cuestionarios a los posibles adoptantes.

Abandonar es un delito, y también el maltrato animal, y como bien recuerda la sargento Ana Prieto, del Seprona, "está penado hasta con 18 meses de cárcel según el artículo 337 del Código Penal. Y hay que actuar contra los maltratadores. Si sabes que un vecino tuyo se dedica a disparar a gatos porque no puede salir a cazar en su urbanización, tienes que denunciarlo a la policía local o a la Guardia Civil. No puedes quedarte con los brazos cruzados. La gente tiene que tener muy claro que maltratar animales es un delito, y ahogar camadas también lo es".

La sargento, que tiene en su casa varios cachorritos felinos que fueron abandonados, afirma que el Seprona, pese a la pandemia, no ha bajado la carga de trabajo. En el 2020 se produjeron 10.000 denuncias y hubo 792 detenidos e investigados a falta de contabilizar el mes de diciembre. Y en el 2019 hubo 610 detenidos.

Cientos de perros mueren atropellados en las cunetas de las carreteras, sin rumbo, escuálidos. La carta de este Guardia Civil resume el drama de muchos animales que son abandonados a su suerte. Por eso en las protectoras hacen tantas preguntas, por eso se preocupan incluso de las condiciones socieconómicas de las personas que van a adoptar: "Estamos viendo casos de jóvenes parejas que inician una vida en común. Pierden el trabajo, vuelven a casa con sus padres y estos pueden hacerse cargo de los hijos, pero no están dispuestos a hacer lo mismo con el perro o no pueden hacerlo". En el mejor de los casos, el perro vuelve a la protectora, afirma Carmen Manzano. Y hay algo muy importante que merece la pena recalcar, y en esto están de acuerdo todas las personas que ayudan a los animales: adoptar a un animal no es solo un acto de bondad, sino algo que nos enriquece como seres humanos y mejora nuestra experiencia de vida. Da igual si se trata de perros mayores, muy agradecidos y con una gran capacidad de adaptación a los que no hay que enseñar nada, o ya se trate de cachorros. Adoptar un perro o un gato es tal vez el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos. Pero antes de tomar esta decisión echa un vistazo a este cartel de Instagram de una Sociedad Protectora de Animales de Trujillo (Cáceres). Lo dice todo.