En las Islas Canarias, la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas ha organizado con los complejos hoteleros de las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura un dispositivopara gestionar el excedente de comida existente, a raíz del cese temporal de la actividad turística en todos los establecimientos que se inició a finales de esta semana . Es la Benemérita quien se ocupa del traslado y entrega a instituciones benéficas.
A raíz de las medidas establecidas en el Real Decreto del Estado de Alarma ocasionado por el coronavirus, COVID-19, por el que se ha establecido el cierre temporal de los complejos hoteleros, la Guardia Civil inició un contacto estrecho con la dirección de los hoteles situadosen su demarcación con el objetivo de potenciar la vigilancia y conocer la gestión de seguridad interna de los mismos.
Las primeras actuaciones ya se han llevado a cabo en los complejos desplegados en la Compañía de Puerto del Rosario en Fuerteventura, donde hasta el momento se ha colaborado con tres establecimientos hoteleros ubicados en su mayoría la localidad de Pajara, entregando varios lotes de alimentos perecederos en el Banco de Alimentos de Fuerteventura.
Entre otras inquietudes que planteó el colectivo hotelero estaba el destino y la gestión de los alimentos de los que disponían. Por este motivo, la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas lideró la iniciativa de coordinar la gestión del traslado y entrega de estos alimentos en diferentes sociedades y asociaciones benéficas existentes en las islas.
Por lo que respecta a las islas de Gran Canaria y Lanzarote, está previsto que en los próximos días la Guardia Civil continúe con las labores de coordinación con los hoteles ubicados en Costa Teguise y Vecindario. En Lanzarote se distribuirán en la totalidad de la isla, y en Gran Canaria, en la zona Sur, en los servicios sociales.
La Guardia Civil de la Comandancia de las Palmas se pone a disposición de todos los hoteles de las islas que aún no se hayan sumado a esta iniciativa. La labor de la Guardia Civil es encomiable. Ya han sido dos los agentes que han fallecido como consecuencia de la pandemia. Uno de ellos fueFrancisco Javier Collado Rivas, de 38 años. Trabajaba como Guardia Civil en la prisión de Herrera de La Mancha (Ciudad Real). El otro fuePedro Alameda tenía 37 años y era Guardia Civil en Madrid. Estaba destinado, concretamente, en un puesto de la Mayoría Centralizada de Valdemoro, en el Servicio de Retribuciones de la Benemérita. Su estado de salud era perfecto antes de contraer la enfermedad.