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Una madre y un hijo vendían 500.000 euros en billetes falsificados en la Dark Web

Los Mossos y la Policía Nacional desarticulan uno de los grupos más activos de España dedicados a la fabricación e introducción de billetes falsificados

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https://www.youtube.com/watch?v=VhOqF4MPDZU

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con los Mossos d´Esquadra que ha sido coordinada por EUROPOL, han desarticulado un grupo criminal especializado en la falsificación de billetes de 50 y 20 euros, compuesto principalmente por miembros de origen español, lituano y marroquí. Han sido detenidas 14 personas por su presunta participación en los delitos de falsificación de moneda, tráfico de drogas, estafa, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. De las 14 personas , siete fueron detenidas en Tarragona, 5 en Barcelona , Lleida y Estepona, y fueron puestas a disposición judicial días después

El grupo de los falsificadores estaba liderado por una mujer y su hijo quienes se encargaban de adquirir los hologramas y añadirlos a las impresiones de los billetes realizadas con impresoras modificadas. Con los numerosos beneficios que obtenían, ambos habían creado una plantación interior de cultivo de cannabis en Montroig del Camp (Tarragona) y que era cuidada por dos personas.

Los investigadores de los tres cuerpos que han participado en la investigación han sacado la conclusión que que estamos ante  una de las falsificaciones realizadas en España más extendidas durante el año 2021.  Se estima que el grupo criminal investigado habría introducido una cantidad próxima a los 500.000 euros.

La investigación conjunta se inició a mediados de noviembre de 2021 tras detectar la circulación de una gran cantidad de billetes fraudulentos, de 20 y 50 euros, que presentaban elementos comunes de falsificación. Las gestiones acreditaron que el grupo criminal había diseñado un entramado para fabricar los billetes falsos y, posteriormente, venderlos a través de la Deep Web de forma que las operaciones quedaran protegidas de una eventual acción policial. Una vez vendidos se distribuían a través de empresas de paquetería y se colocaban al circuito financiero por parte de pasadores u otros grupos que los vendían.

Las compras se llevaban a cabo mediante una conocida plataforma de compraventa de productos, además, se apropiaban de los DNIS de terceros mediante ofertas de trabajo falsas y cometían delitos en su nombre

La investigación se inició cuando los agentes detectaron un grupo que adquiría billetes falsos y, posteriormente, los introducía al circuito económico formal mediante compras realizadas a través de una conocida plataforma de compraventa de productos. Para hacer estas compras, utilizaban personas ajenas al grupo criminal, ofreciéndoles ofertas de trabajo fraudulentas. El objetivo era que los investigadores no relacionaran a estas personas con la actividad delictiva y así ser identificadas como víctimas cuando denunciaban haber recibido billetes falsificados.   

Este grupo, que estaba asentado en Barcelona, cometía estafas al apropiarse de los datos personales de las personas, a quienes ofrecían trabajos a través de una conocida plataforma de oferta y demanda de ocupación. Normalmente estos trabajos eran de chóferes y, por eso, las víctimas enviaban copias de sus carnés de conducir y con sus datos personales alquilaban vehículos de alta gama que no devolvían.

Al cabo de algunas semanas de haberse iniciado la investigación, EUROPOL informó que las autoridades alemanas habían detectado una persona que tenía un portal abierto en una aplicación de mensajería donde ofrecía moneda falsa. Los investigadores localizaron al individuo y lo arrestaron después de registrar su domicilio, ubicado a la demarcación de Lleida. Este hombre había contactado con el grupo y les compraba moneda falsa que después revendía a través de esta aplicación móvil.

Las indagaciones policiales permitieron identificar los distribuidores de las falsificaciones que vendían los billetes a través de la Deep Web, los cuales enviaban posteriormente a través de empresas de paquetería y, poco a poco, estrecharon el círculo hasta identificar los falsificadores y ubicar donde estaban los tres laboratorios de fabricación de los billetes espurios que la organización tenía en Salou, Reus y Tarragona.

Se han requisado 240 plantas de marihuana, 1.200 kg en cogollos y ocho placas y media de hachís listas para vender; un dron y una baliza de seguimiento y hasta una ballesta, además del dinero falso

La madre y el hijo que lideraban el grupo con el fin de proveer la amplia demanda que tenían, instruyeron a otras personas de su confianza para que también fabricaran billetes falsos y, de este modo, poder diversificar y ampliar la actividad delictiva. Una de estas personas se desplazó hasta Estepona (Málaga) donde fue arrestada.

Uno de los puntos importantes para la resolución de la investigación fue el papel utilizado para llevar a cabo las falsificaciones, al comprobar que se vendía en una conocida plataforma de compraventa de artículos y presentaba unas características muy concretas. Los agentes comprobaron cómo varias personas de esta organización habían comprado en diferentes días paquetes con este tipo de papel, además de guillotinas para cortarlo.

Finalmente se llevó a cabo el dispositivo policial, tutelado por el Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona, y se realizaron diez entradas y registros en diversas localidades de Tarragona (7), Barcelona, Lleida y Estepona (Málaga). En uno de los registros domiciliarios se encontró parte del laboratorio de falsificación de moneda y se intervinieron casi 25.000 euros falsos, ya acabados en billetes de 50 euros y listos para su introducción al circuito financiero, además de parte del papel utilizado para su falsificación y bandas holográficas para enganchar a los billetes. En otro domicilio, se localizaron dos impresoras, varios billetes de 50 euros falsos, así como material informático diverso y dispositivos móviles.

El resultado de los registros es la intervención de 25.000 euros falsos en billetes de 50 euros y 6000 euros falsos en billetes de 10 euros; dos impresoras de alta resolución, un escáner y papel para la falsificación de billetes y banda holográfica; dos armas detonadoras y una ballesta; material informático y varios dispositivos móviles; 240 plantas de marihuana, 1.200 kg en cogollos y ocho placas y media de hachís listas para vender; un dron y una baliza de seguimiento.