Un nuevo robo relacionado con el vino vuelve a poner sobre la mesa el interés que este preciado producto suscita entre los ladrones, quienes en los últimos tiempos han protagonizado robos más propios de la industria cinematográfica que de la vida cotidianda en busca de las botellas más cotizadas.
En esta ocasión le ha tocado el turno al restaurante Coque de dos Estrellas Michelín, en Madrid, de Mario Sandoval, donde en la madrugada del pasado domingo unos asaltantes consiguieron colarse hasta la bodega y sustraer 132 botellas de vino que podrían estar valoradas en unos 200.000 euros, como ha apuntado Rafael Sandoval, hermano de Mario y sumiller de este local, en el programa Espejo Público de Antena 3, donde ha mostrado su pesar: "Más que nada es un poco el tema emocional. Para conseguir algunas botellas llevamos 40 años trabajando, son botellas que no las tienen ni en las propias bodegas de añadas muy antiguas".
El propio Rafael ha explicado en este programa que los asaltantes -las imagen muestran a tres encapuchados- intentaron hacer primero un agujero en la pared del local contiguo. "Al no poder hacerlo bajaron por un patio que compartimos con la farmacia y rompieron el cristal para entrar en la bodega", ha explicado.
La Policía Nacional investiga el robo y sospecha que se trata de un robo por encargo, ya que los ladrones fueron a por los vinos premium más caros tras haber estudiado durante varios días como cometer el asalto, tal y como publica el diario Elmundo.
El restaurante cuenta con un sofisticado sistema de alarma y de seguridad que los asaltantes lograron anular para cometer el golpe.
Atrium, el mediático precedente
En el pasado mes de julio la Policía Nacional anunciaba la detención de dos personas como presuntos autores materiales del robo de 45 botellas de vino en el restaurante Atrio de Cáceres que sucedió en 2021. Se trata de uno de los robos más mediáticos de los últimos años por lo singular del acto, pero también por el valor de las botellas sustraídas, que ascendió a 1.648.500 euros. Entre estas se encontraba un ejemplar único en el mundo valorada en 310.000 euros.
Este robo aún mantiene muchas preguntas a las que no se ha podido dar respuesta, ya que las 45 botellas sustraídas no han aparecido, los resultados de las pruebas antropométricas “no son concluyentes” y ningún perito judicial ha establecido el valor “real” de la mercancía en este momento.