La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha propuesto a un hombre de 82 años para que se someta a un reconocimiento médico extraordinario. El objetivo es la valoración de sus condiciones psicofísicas para comprobar si es apto para la conducción de vehículos. Y el motivo desencadenante ha sido el siniestro vial que sufrió, tras conducir durante varios kilómetros sin mantener una trayectoria adecuada ni uniforme y a una velocidad superior a la establecida
El hecho fue detectado durante un servicio preventivo de Seguridad Vial que estaba prestando la Guardia Civil en la carretera A-40 (Toledo-Cuenca), dentro del término municipal de Ocaña. El octogenario al volante no solo conducía muy por encima de los límites establecidos sino que llegaba a invadir el carril contiguo para recortar las curvas.
Por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, mediante señalización luminosa y acústica reglamentaria, intentaron detener la marcha de este vehículo, haciendo su conductor caso omiso a estas señales, ha informado la Guardia Civil en un comunicado difundido por Europa Press.
Después de que esta conducción temeraria se prolongara durante varios kilómetros, el conductor de este vehículo sufrió un siniestro vial, colisionando contra la barrera de protección lateral. Cuando la Guardia Civil llegó a su altura, comprobó que sólo se habían producido daños materiales, y que su conductor, un hombre de 82 años se encontraba ileso.
La ley avala la decisión de la Guardia civil, y concretamente el R.D. 818/2009 de 8 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de Conductores. Se trata de evaluar las aptitudes psicofísicas del conductor, independientemente de que sea un octogenario al volante.