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Ericsson sigue abasteciendo a Rusia (y posiblemente a su ejército) al margen de la invasión de Ucrania

La empresa sueca continúa suministrando equipos de telefonía móvil a Rusia, aunque en su momento se había comprometido a detener las operaciones en el país, después de la invasión de Ucrania por parte del ejército del país gobernado por Vladimir Putin.

Naia Martínez

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Ericsson ha estado enviando estos meses productos para uso civil y militar ruso, según la radio pública sueca. Foto de la sede central de Ericsson en Suecia. Fuente de imagen: Agencia EFE.
Ericsson ha estado enviando estos meses productos para uso civil y militar ruso, según la radio pública sueca. Foto de la sede central de Ericsson en Suecia. Fuente de imagen: Agencia EFE.

En el ámbito empresarial, sucede con harta frecuencia que una cosa es la cosmética del marketing de hacer lo correcto y adecuado para el bien común de la mayoría, y otra bien distinta es el negocio, un afán de lucro que se expresa aún en las circunstancias más adversas para la mayoría de la gente. Ejemplos en esa línea no faltan. Este es el caso de Ericsson, cuyos movimientos empresariales -al menos parte de ellos- podrían ser, como mínimo, cuestionables desde el punto de vista ético. 

El caso es que la multinacional sueca prometió, a comienzos de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, cortar lazos comerciales con la nación gobernada por Vladimir Putin, alineándose así con las sanciones económicas que habían fijado la Unión Europea en general y Suecia en particular, el país donde está la matriz de esta empresa, contra Rusia.

Sin embargo, en la práctica, en el discurso de los siguientes meses, eso no ha sucedido. Así lo documenta la radio pública estatal sueca, que ha desvelado recientemente que Ericsson ha solicitado una docena de exenciones (permisos especiales para incumplir las sanciones comerciales impuestas a Rusia) de los controles locales de exportación de productos de "doble uso". Cabe matizar que los productos de doble uso son aquellos que se pueden emplear tanto para fines militares como civiles. Los ejemplos pueden incluir radios avanzadas o equipos de GPS, como detalla el diario Daily Telegraph

Ericsson es una de las dos empresas occidentales que producen equipos de red 5G de última generación; la otra es Nokia. El año pasado, Ericsson se asoció con la empresa de telecomunicaciones rusa MTS para lanzar una red 5G "privada" para una empresa minera de oro. En este caso, siete de las solicitudes de licencias de exportación de Ericsson han sido admitidas por la Unión Europea y Suecia, de acuerdo a las informaciones aportadas por la radio estatal sueca. Según la emisora escandinava, parte de estos permisos eran para equipos de red de telefonía móvil civil. Aunque esa clase de equipos están sujetos a las sanciones económicas, porque también pueden ser empleado por el ejército ruso para establecer sus comunicaciones.

Ericsson se defiende: los permisos y asistencias son para el uso civil 

Un portavoz de Ericsson ha respondido a las informaciones de la radio estatal sueca señalando que “las autoridades suecas y de la UE han otorgado exenciones limitadas para que Ericsson y otras empresas brinden asistencia técnica y software necesarios para mantener las redes públicas de telecomunicaciones civiles (rusas)”. “Estas exenciones vencen a fin de año y Ericsson cumple y seguirá cumpliendo plenamente con las sanciones suecas, de la UE y de EE. UU.

Por su parte, la Inspección de Productos Estratégicos de Suecia, su regulador de control de exportaciones, ha señalado que no otorgará en el futuro ninguna licencia de exportación para equipos de uso militar o de doble uso destinados a Rusia. En abril, Ericsson señaló que detendría las operaciones en Rusia "indefinidamente". Información a raíz de la cual esta empresa de telecomunicaciones escandinava experimentó una pérdida de 73 millones de libras esterlinas desu valor en los índices bursátiles, lo que representó además el despido de 400 empleados de la compañía sueca. 

El anuncio de la suspensión de relaciones comerciales de Ericsson con Rusia difundido en un primer momento, se correspondió con las decisiones de la mayoría de las empresas del mundo tecnológico occidental, incluidos los rivales de Ericsson: Nokia y Oracle, que hicieron promesas similares de retirar sus operaciones de Rusia.

El analista de telecomunicaciones Paolo Pescatore, de PP Foresight, considera que la revelación sobre las operaciones que está realizando Ericsson en Rusia pueden justificarse porque se aplica a "productos enviados antes de las sanciones". De cualquier manera, este analista reconoce la complejidad del caso, por las circunstancias concurrentes: “desafortunadamente, el uso de esos equipos y mantenimiento nunca va a estar claro, ya que es cierto que hay equipos existentes que necesitan mantenimiento. Un área gris que claramente debería abordarse si (la Comunidad Internacional) quiere afrontar una salida completa del mercado (ruso)”.

El oscuro precedente de Ericsson en Irak 

No es la primera vez que se pone en solfa las buenas prácticas y la conducta ética de esta compañía sueca, referente en el ámbito de telecomunicaciones. En marzo de este 2022, Ericsson admitió que su personal en Irak había estado sobornando a miembros del grupo fundamentalista Estado Islámico para mantener abierta la actividad de ventas en el país asiático,  devastado por la guerra.

La compañía escandinava aclaró en ese momento que una investigación interna había descubierto el esquema de 2019, que incluía “el uso de rutas de transporte alternativas para eludir la aduana iraquí, en un momento en que las organizaciones terroristas, incluido ISIS, controlaban algunas rutas de transporte”.