En tiempos convulsos como los actuales, en los que los estados tratan de defender conjuntamente determinadas causas y a la vez se ven afectados de distinta manera por las consecuencias de esa defensa, la actividad diplomática y económica a gran escala se vuelve frenética, dando lugar en ocasiones a situaciones paradójicas que, explicadas en su contexto más inmediato tienen sentido, pero que bajo un prisma más global, producen cierto desconcierto.
Esto no es nada nuevo, y si no ahí tenemos casos recientes -hoy en día hay muchos- como la incapacidad de España, Francia y Alemania de ponerse de acuerdo en la construcción deñ MidCat, el gaseoducto que podría unir la península ibérica al resto de la Unión Europea y que a medio plazo podría ser parte de una solución al suministro de gas al centro de Europa, pero que desde París vetan celosos de lo que, entre otras cosas, este proyecto salvador pueda suponer a sus propias ventas de energía a estos mismos países europeos. Por un lado va el interés particular y, por otro, el general; ambos en sí mismos legítimos pero vistos en conjunto, incoherentes.
En otro orden de cosas, en el caso español, país claramente alineado con los intereses occidentales frente a la agresión rusa y lo que esta está suponiendo para nuestras economías y dependencia energética, en el día de ayer (se extiende hasta hoy, 12 de octubre), hemos recibido la visita de una delegación compuesta por miembros del Consejo Consultivo de Arabia Saudí encabezada por el Presidente del Comité de Amistad Parlamentaria hispano-saudí, Assaf bin Salem Abu Thanin.
En estos dos días de visita oficial, los parlamentarios saudíes tienen una agenda repleta de visitas a instituciones de cooperación internacional y organismos culturales de primer nivel en las que, acompañados por el embajador de Arabia Saudí en España, Azzam Bin Abdulkarim Algain, buscan abordar la evolución de la cooperación entre ambos países en varios ámbitos, así como explorar las vías para potenciar la cooperación parlamentaria, como informa la agencia de noticias Servimedia.
En la jornada de ayer, 11 de octubre, esta delegación visitó el Congreso de los Diputados y el Senado para conocer estas instituciones, además del Ministerio de Asuntos Exteriores. Cabe recordar que el pasado mes de junio, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Su Alteza el Príncipe Faisal Bin Farhan Al Saud, estuvo en la sede del ministerio y esta nueva visita del grupo del Consejo Consultivo del reino sigue reforzando las relaciones bilaterales entre ambos países. Esta visita complementa la que la delegación hizo ayer en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Como parte de la convivencia entre culturas, según Servimedia, hoy 12 de octubre, también se visitará el Centro Cultural Islámico de Madrid, la institución cultural islámica más grande de España, y la agenda de la jornada cerrará en el museo del Prado, una seña de identidad de España y del panorama cultural del país.
Otras paradas realizadas estos días han incluido una visita a la Casa Árabe, donde la directora general del centro, Irene Lozano, dio la bienvenida a la delegación y al embajador de Arabia Saudí en España; así como un encuentro con el investigador del Real Instituto Elcano, Haitham Fernández, donde se discutieron formas de fortalecer las relaciones entre las dos partes en el campo de la investigación y los estudios. Por último, la visita a la sede del IE Business School abordó formas de mejorar la cooperación científica y académica entre los dos países amigos.
Esta visita, con la que nuestro país busca estrechar vínculos con con el país árabe, sin embargo coincide en el tiempo con la advertencia lanzada por parte de Joe Biden contra la propia Arabia Saudita por el recorte anunciado por la OPEP+ la semana pasada de dos millones de barriles diarios de la producción mundial de petróleo. A juicio del presidente norteamericano, quien, como todo mandatario, se debate entre los intereses particulares de su propio país y los de la causa occidental frente a la barbarie rusa, cabe interpretar esta decisión, tal y como ha declarado en la cadena de televisión CNN, como una bofetada a sus intereses y un espaldarazo a Rusia, ya que Moscú depende de las ventas de crudo al exterior para apuntalar su economía y sufragar los gastos de su invasión de Ucrania. Esta decisión tendrá "consecuencias", ha afirmado Biden, sin aclarar cuáles serán estas.
El caso es que las relaciones entre España y Arabia Saudí buscan desarrollarse en un contexto en el que EE. UU. avisa de una hoja de ruta global inversa. Las relaciones internacionales son así de complejas.