Malos tiempos para la libertad de expresión en Rusia. La caza de brujas en las redes sociales y aplicaciones de mensajería continúa y ya no solo para las que tienen raíces extrajeras, tipo Twitter o Facebook o WhatsApp, sino también para las autóctona Telegram, a la que ayer miércoles un tribunal de Moscú multó con cinco millones de rublos (unos 60.000 euros) por no eliminar la información sobre las protestas registradas en el país a favor del líder opositor Alexei Navalni.
"Telegram ha sido declarado culpable en virtud del artículo 13.41 del Código de Infracciones Administrativas de Rusia", señaló un miembro del tribunal en declaraciones a la agencia de noticias Sputnik, que confirmó la imposición de una multa de 2,5 millones de rublos (más de 27.800 euros) a la que se ha sumado otra de una cuantía similar.
Y es que las protestas a favor de la excarcelación del líder opositor se llevaron a cabo el 23 de enero, el 31 de ese mismo mes y el 21 de abril y han sido consideradas ilegales por las autoridades del país, que no dieron su autorización. Miles de personas salieron a la calle durante las manifestaciones, que se saldaron con más de 12.000 detenidos, unos hechos a los que los medios de comunicación del país deben mostrar como mínimo indiferencia, so pena de sanción (también como mínimo).