El caso de Juana Canal, Juani para sus amigos, está otra vez de plena actualidad después de este miércoles haya sido detenido el que fuera su pareja, Jesús P., en el momento desaparición, el 22 de febrero de 2003. El hombre era el principal sospechoso desde que se reactivó la investigación por la muerte de la mujer, cuyos restos fueron hallados en 2019 por un senderista en el término municipal de Navalacruz (Ávila), en una zona de campo en la que hace unos días la Policía Nacional y la Guardia Civil pusieron en marcha un dispositivo para tratar de localizar más restos mortales.
A solo unos meses de que prescriba el crimen, ya que el plazo se cumple a los 20 años de la comisión del delito, la detención de este individuo ha supuesto un alivio para los allegados de la víctima, que no tienen dudas de que es el autor del mismo, según ha comentado la hermana de Juana, Ana María Canal, a El Confidencial.
"Nos han dicho que podemos estar tranquilos ahora porque al haber encontrado los nuevos restos se reactiva todo. Para mí, justicia es que se sepa la verdad. No sé si este señor acabará en la cárcel, pero que se sepa la verdad. Nadie podría decirme después de 20 años que íbamos a haber descubierto lo que hemos descubierto. Fue él".
Ana María asegura que el detenido nunca se puso en contacto con su familia y que ella estaba convencida de que "le había hecho algo" a su hermana desde el momento de su desaparición. "Yo tenía la seguridad de que le había hecho algo. Todo apuntaba a ello y ahora, con el paso del tiempo y datos nuevos, más todavía". "A pesar de que lo esperábamos, la Policía no te dice nunca nada. Ahora mismo estamos con muchos nervios, pero satisfechos. La verdad ya va saliendo, que es lo que queremos".
El drama familiar de Juana Canal
Ana María Canal también ha contado al citado diario la trágica historia que ha vivido su familia desde que se perdió el rastro de su hermana hace casi 20 años. Entonces, Juana tenía 38 y vivía en el barrio madrileño de Ciudad Lineal con los dos hijos que tenía de una relación anterior, Óscar y Sergio, quienes tenían 16 y 18 años respectivamente cuando sucedieron los hechos.
"Yo sabía que era imposible que mi hermana se fuese sin DNI, sin cartilla de banco, sin cartera, sin tabaco. Al principio piensas que te va a llamar en cualquier momento, pero cuando va pasando el tiempo es imposible que no se ponga en contacto. Ella tenía dos hijos, y sus hijos y su familia eran su vida", afirma.
El día en que se perdió el rastro de Juana, su hijo Sergio volvió a su casa y se encontró una nota escrita por Jesús P., el entonces novio de su madre, en la que le decía que habían tenido una fuerte discusión y que ella se había "tomado un montón de pastillas" y se había marchado, por lo que él se iba a buscarla.
A partir de entonces y como narra Ana María, su sobrino Sergio no dejó de dar tumbos "por la falta de su madre" hasta que su cuerpo apareció sin vida en Galicia. "Estuvo en casa de una tía, estuvo conmigo también unos meses y le perdimos la pista. Lamentablemente, nos llamaron y nos dijeron que había aparecido en Galicia y que había fallecido".
La hermana de Juana también ha contado que Óscar no solo perdió a su hermano, sino que también tuvo que hacer frente al fallecimiento de su padre y de su abuela, quien se ocupó de ellos cuando eran pequeños.
"Fue todo muy seguido, también falleció mi madre, la que era su abuela, que prácticamente les crió. Cuando Juani se separó del padre de sus hijos, mi hermana se fue a vivir con mi madre y, claro, tenía que trabajar. Su abuela fue como una madre para ellos. Fue todo muy seguido. Mi hermana desapareció hace 20 años, mi madre hace ocho y Sergio hace poco", ha explicado Ana María, quien ahora espera una justicia que para ella es que "se sepa la verdad" y tiene claro que el culpable de la muerte de su hermana es el ahora detenido.