Este pasado 1 de enero se han cumplido cuatro años de la desaparición de Henry Alejandro Jiménez Marín, un joven nacido en Cali (Colombia) que por entonces tenía 20 años. Se le perdió la pista en la noche de fin de año en Orihuela Costa (Alicante) y, aunque su búsqueda comenzó solo un día después, el 2 de enero, a fecha de hoy no ha habido ninguna noticia de su paradero y su desaparición continúa siendo un misterio.
España Diario ha puesto el foco sobre la misma en un artículo en el que explica lo que se sabe sobre lo que le ocurrió a Henry Alejandro la noche en la que fue visto por última vez.
Según señala, el joven estaba pasando la Nochevieja en la casa que compartía con un compañero de piso, de origen islandés y autor de una supuesta agresión contra él. Así lo han declarado algunos testigos que estaban allí con ellos y que aseguran que Henry recibió "puñetazos por detrás y en la cara que sonaban como a petardos". También han comentado que Henry se encontraba bajo los efectos del LSD y del alcohol y que, tras ser golpeado, se fue de casa y se reunió con otros amigos.
En esta quedada, los testigos cuentan que Henry se grabó en un vídeo en el que pedía ayuda a su madre, reconociendo que no se sentía bien a causa de lo que había consumido. Sin embargo, su familia duda si también fue por culpa de la agresión que había sufrido. "No sabemos si también por los golpes recibidos", comentaba su hermano, Andrés.
El propio Andrés ha asegurado que su hermano no desapareció de forma voluntaria y considera que una prueba clara de ello es el audio que Henry le envió para desearle un feliz año. En él, le expresaba su cariño y también decía "por los años que nos quedan".
"Sé que nunca hubiera dejado a la familia así", afirmaba Andrés.
Según el testimonio de los amigos, cuando Henry fue agredido por su compañero de piso dijo que iba a denunciar "algo", pero nunca llegó a interponer ninguna demanda.
El compañero de piso, el principal sospechoso para la familia de Henry
Siguiendo la información del citado medio, para la familia de Henry el principal sospechoso de su desaparición es el que fuera su compañero de piso, quien admitió que le había agredido y en los días posteriores regresó a su Islandia natal. Además, tiene un antecedente cuanto menos inquietantes. Y es que, antes de vivir con Henry, vivía con tres amigos, pero se quedó solo después de que uno de ellos muriera repentinamente. En un principio, su fallecimiento se atribuyó a una sobredosis, pero posteriormente se conoció que perdió la vida de forma violenta, ya que presentaba moratones y agresiones.
La familia de Henry está muy descontenta con la labor de las autoridades. Según ha declarado su hermano, no solo les viene grande el caso sino que no actuaron bien desde el principio, por ejemplo, al dejar que los testigos se reunieran entre sí una vez que eran interrogados por los agentes. "Salía uno de declarar y se juntaba con el resto para que el siguiente dijera la misma versión", apunta Andrés.
"Lo que pasó aquella noche continúa siendo un misterio. La familia del joven, a su vez, pide que no se abandone el caso. Tan solo quieren encontrar a su hijo para que pueda descansar en paz", remata España Diario.