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Muere un niño de solo cinco años, días después de tragarse una chincheta

El pequeño Kyle Lewis sufrió importantes daños en el cerebro y, aunque fue reanimado hasta en cuatro ocasiones, desgraciadamente terminó falleciendo en un hospital de Reino Unido.

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El pequeño Kyle Lewis falleció tras tragarse una chincheta solo seis días después de cumplir cinco años (Foto: Jon Tyson en Unsplash)
El pequeño Kyle Lewis falleció tras tragarse una chincheta solo seis días después de cumplir cinco años (Foto: Jon Tyson en Unsplash)

El pequeño Kyle Lewis falleció el pasado 28 de octubre, solo seis días después de cumplir cinco años y tras tragarse una chincheta de un tablón de anuncios. El niño fue reanimado hasta en cuatro ocasiones en el Hospital General de Rotherham, en la ciudad de Leeds en Yorkshire (Reino Unido), y después fue trasladado a un hospital especializado en Leeds, donde desgraciadamente los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida, según informa el diario británico The Star.

Kyle permaneció dos días con soporte vital, pero un escáner mostró que tenía entre el 90 y el 95% de su cerebro dañado. Tras un aumento de la temperatura y sufrir múltiples convulsiones, murió en brazos de sus padres.

"Ni siquiera puedo explicar cómo me siento. No existen palabras para expresar el dolor. Estoy destrozada. No quiero sentirlo real", declaró su madre. "Lo mantuvieron con vida hasta que estuvimos preparados para despedirnos de él. Pero nunca estás listo para ello. Kyle decidió que era su momento después de tener su último abrazo con mamá y papá. Su corazón dio el último latido mientras lo abrazábamos", agregó.

Recaudan fondos para darle "la mejor despedida posible"

Como también recoge The Star, un amigo de la familia ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos en la plataforma GoFundMe para ayudar a dar a Kyle "la mejor despedida posible".

"Ningún padre debería tener que enterrar a su hijo y tener que luchar para encontrar dinero para hacerlo. Cualquier cosa, no importa lo poco que sea, será muy apreciada", dice la campaña, que ya ha conseguido recaudar más de 2.500 libras esterlinas (cerca de 2.900 euros).

Para el funeral, prepararon camisetas personalizadas con una foto de Kyle y un corazón azul en la parte delantera y, como al pequeño le encantaban los dinosaurios, en la parte trasera pusieron una imagen de un dinosaurio y el mensaje "Kyle-saurus".

"Después del funeral, no puedo abrazarlo más (…). La gente me dice que sea fuerte, no es tan fácil como eso. He perdido a mi hijo y en este momento no puedo pensar en nada más que en él. Es como si no supiera cómo hacer el duelo. No sé cómo sentirme, no sé qué pensar, no sé cómo actuar. Me siento como un robot. Me rompió el corazón, pero sigue siendo mi niño", ha lamentado la madre del pequeño, Emma Lewis.