Texas es el escenario de un terrible suceso que ha conmocionado a Estados Unidos y está dando la vuelta al mundo. Una niña de 7 años, de nombre Athena Strand, ha muerto a manos de un repartidor de FedEX, quien se ha declarado culpable del escalofriante crimen.
Según informan los medios estadounidenses, Athena fue vista por última vez el pasado 30 de noviembre, cuando desapareció de la puerta de la casa de su padre y su madrastra, situada en el condado Paradise de Texas. Tras 48 horas de búsqueda, hallaron su cuerpo sin vida en una zona rural del condado de Wise, a unos 10 kilómetros de donde se le perdió la pista, y ese mismo día, 2 de diciembre, las autoridades arrestaron al repartidor de FedEx como principal sospechoso.
Tanner Horner, de 31 años y originario de Forth Worth (Texas), está acusado de asesinar a la niña el 30 de noviembre y de secuestro agravado.
Según la orden de arresto, recogida por The Fort Worth Star-Telegram, el vídeo del interior de la furgoneta de FedEX que conducía Horner fue clave en su detención al mostrar que se llevó a la niña de su casa, a donde había ido para entregar un paquete de muñecas Barbie que iba a ser un regalo de Navidad para Athena.
En la declaración jurada, Horner testificó que atropelló accidentalmente a la menor cuando se disponía a irse y que, aunque la niña no resultó gravemente herida, entró en pánico por lo que abandonó el lugar metiéndola dentro de la furgoneta. Además, Horner confesó que después decidió matar a Athena, en un primer momento intentando sin éxito romperle el cuello y posteriormente estrangulándola hasta la muerte con sus propias manos en la parte trasera de su vehículo de envíos.
Horner se encuentra actualmente detenido en una cárcel del condado de Wise bajo una fianza de un millón de dólares y está a la espera de juicio, en el que no se descarta que sea condenado a la pena de muerte como han barajado el alguacil de este mismo condado, Lane Akin, y los fiscales del caso.