Roba una hucha con 2.500 euros mientras instala el rúter en una casa

El técnico escondió la hucha en la calle para luego volver a por ella, pero finalmente terminó confesando el robo a la policía.

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Agente de los Mossos d'Esquadra devolviendo a una vecina de Cambrils la hucha que le robó un técnico de una empresa de telecomunicaciones que fue a su casa a instalarle un rúter (Foto X @mossos)
Agente de los Mossos d'Esquadra devolviendo a una vecina de Cambrils la hucha que le robó un técnico de una empresa de telecomunicaciones que fue a su casa a instalarle un rúter (Foto X @mossos)

Una vecina del municipio tarraconense de Cambrils ha sido víctima de un robo de lo más inusual, a manos de un técnico de una compañía de telecomunicaciones que se desplazó hasta su domicilio para instalarle un rúter con los servicios de fibra óptica que había contratado. El Caso explica los detalles del suceso, que a continuación relatamos siguiendo su información.

Los hechos se produjeron el pasado 12 de abril, día en el que la mujer recibió la visita del técnico implicado y de otro compañero suyo. Ambos estuvieron trabajando en una habitación del piso, donde pusieron el rúter y había una hucha a la vista, que la inquilina echó en falta poco después de que se marcharan.

Lo primero que hizo fue llamar a los operarios para preguntarles, pero el hombre que le atendió negó los hechos y aseguró que no tenía ni idea de que había pasado con la hucha. Ante esta respuesta, la mujer llamó a los Mossos d'Esquadra para denunciar el robo, alegando que la hucha tenía cerca de 2.500 euros y que todavía podían interceptar a los técnicos, ya que seguían a las puertas de su domicilio cargando la furgoneta. Sin embargo, cuando llegaron los agentes, uno de ellos se había esfumado.

Escondió la hucha en una arqueta de telefonía y terminó confesando el robo

Siguiendo siempre la información de El Caso, los agentes hablaron con su compañero, quien les comentó que el otro técnico se había ido a pie sin decirle a dónde iba, y registraron la furgoneta, pero no encontraron nada. Con la descripción y el nombre del presunto autor del robo, pusieron en marcha una investigación para tratar de localizarlo. Pero solo unas horas después, ese mismo día por la tarde, el técnico se presentó en la comisaría y confesó que había robado la hucha de la cliente.

También les reveló dónde la había escondido: en una arqueta de telefonía que hay en la misma calle de la casa de la mujer, confiando en que a nadie se le iba a ocurrir mirar ahí y que volvería después a por ella. 

"La jugada no le salió bien, porque en vez de ser 2.500 euros más rico, solo acumuló un antecedente por un delito de hurto.

"Después de confesarlo todo y de pasar a disposición judicial, quedó en libertad con la obligación de presentarse al Juzgado de Instrucción que instruye la causa cuando se le requiera. Con respecto a la hucha, pudo ser devuelta a su propietaria con todo el dinero en el interior", apunta el citado medio.