10 consejos para que esta sea tu última cuesta de enero

Son muchos los factores, de diferente signo, los que se concentran en enero, mes cuya cima -que ya tenemos ahí, a escasa distancia- cuesta tanto coronar. Pero la "cuesta de enero" no tiene por qué ser tal.

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Enero es tradicionalmente un mal muy malo para los ahorros.
Enero es tradicionalmente un mal muy malo para los ahorros.

El gran desembolso realizado para regalos y comidas navideñas, la vuelta al trabajo y la rutina tras el fin de las vacaciones, los días de fiesta y los encuentros familiares y sociales, y las nuevas subidas de precios, tarifas y tasas en el consumo básico del hogar tienen como punto en común enero, un mes en el que toca ordenar tanto "movimiento" y para lo que, probablemente, no hayamos tenido en cuenta todos los factores.

A esta suma de factores se la conoce popularmente como "cuesta de enero", la cual sumada a otros condicionantes como son la llegada del frío, la disminución de las horas de luz y la falta de un tiempo de adaptación a la vuelta de la rutina diaria, pueden alimentar sensaciones melancolía y tristeza y potenciar problemas psicológicos que pueden llegar a mantenerse en el tiempo y entre los que predominan la depresión, la ansiedad, la apatía o el insomnio, así como afecciones psicosomáticas (digestivas o dermatológicas).

TherapyChat, plataforma de psicología online, ha preparado un decálogo para evitar que este mes de enero que estamos concluyendo sea el último al que tanto esfuerzo nos ha costado ascender. Estos son:

  1. Prevenir la situación mejorando nuestra organización durante todo el año y, especialmente, en vacaciones o días festivos: las personas precavidas y organizadas se van a ver favorecidas en el terreno psicológico, puesto que controlar la situación a la que se van a enfrentar les permite gestionar posteriormente mejor los gastos, no llegando a experimentar problemas emocionales negativos.
  2. Controlar las emociones y sentimientos, para dejar de relacionar sensaciones como la alegría, el disfrute y la satisfacción con las compras desmedidas.
  3. Planificar el presupuesto: identificar los gastos que no se van a poder evitar, priorizar estos desembolsos y calcular los gastos extras que nos podemos permitir, pudiendo así tener presente la capacidad real de gasto y ahorro.
  4. Reducir los gastos y evitar compras innecesarias: revisar los gastos de los meses anteriores, observar qué gastos podríamos haber evitado y, antes de ir a comprar, escribir una lista con las cosas estrictamente necesarias. Esto nos ayudará a ejecutar un plan de acción para el mes actual y otro de prevención para los meses venideros.
  5. Comparar precios y ofertas: con el objetivo de ajustarnos a nuestro presupuesto, será de utilidad comparar precios y ofertas, prestando mayor atención para conseguir encontrar los precios asequibles, valorar los packs ahorro y las ofertas reales.
  6. Moderar las compras en rebajas. En enero llegan las esperadas rebajas: sin embargo, debemos valorar si las compras que teníamos en mente son de primera necesidad o pueden esperar.
  7. Eliminar los estímulos exteriores, como pueden ser las suscripciones a emails de ofertas y descuentos que inciten a comprar.
  8. Realizar un consumo energético responsable, como por ejemplo haciendo una revisión de las mejores prácticas para disminuir el consumo energético de tu casa o maximizando el uso de los electrodomésticos en periodos valle.
  9. Buscar una manera de conseguir unos ingresos extra, por ejemplo vendiendo cosas que ya no usamos a través de plataformas de segunda mano.
  10. Implicar a toda la familia en la participación del ahorro familiar para convertirlo en un objetivo común.