Exoesqueletos, una realidad en las terapias de Estados Unidos

La autoridad sanitaria ha aprobado el uso de este dispositivo de autoequilibrio para la rehabilitación en pacientes con accidentes cerebrovasculares.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Atalante, el dispositivo de Wandercraft que permite la rehabilitación de personas con movilidad reducida.
Atalante, el dispositivo de Wandercraft que permite la rehabilitación de personas con movilidad reducida.

La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) dio el visto bueno a la empresa francesa Wandercraft para fabricar Atalante, una tecnología robótica autoestabilizadora que ayuda a entrenar la marcha, dirigirse en múltiples direcciones permitiendo el movimiento libre de las manos y sin dispositivos de asistencia, con una función de equilibrio dinámico única en el sector.

Si bien ya existen otros fabricantes de exoesqueletos, la novedad que presentó este dispositivo al momento de su aparición fue su orientación a la rehabilitación y la movilidad de las personas, mientras que la mayoría de los modelos disponibles se dedicaban al uso militar o industrial.

Los accidentes cerebrovasculares reducen la movilidad en más de la mitad de los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares de 65 años o más. Con el aporte de muchos equipos de atención médica en todo el mundo, Wandercraft ha diseñado un exoesqueleto de marcha multidireccional y autoequilibrado de próxima generación para permitir un entrenamiento intensivo, temprano y específico de la marcha para la terapia de neurorrehabilitación y mejorar la recuperación en pacientes con accidente cerebrovascular, especialmente para aquellos con importantes afectación de las extremidades superiores”, dijo Matthieu Masselin, director ejecutivo de Wandercraft.

La compañía francesa ha distribuido en los últimos años 22 copias de su exoesqueleto Atalante en entornos clínicos y 5 en otros entornos de investigación, que han permitido tratar a más de 330 pacientes en 2022. Esto se suma al recorrido que ya realiza el dispositivo en diferentes hospitales y centros de rehabilitación europeos desde 2019.

Las primeras versiones de Atalante nacieron cuando un adolescente con una enfermedad neurológica que lo obligaba a moverse en silla de ruedas le pidió a su padre ingeniero en robótica un robot que lo ayude a caminar. Jean-Louis Constanza, uno de los cofundadores de Wandercraft siguió ese deseo futurista y esperanzador para tantas personas con movilidad reducida hasta llegar a los modelos de hoy, que pueden ayudar a pacientes a lo largo y ancho del planeta.

En su generación actual, Atalante se alimenta de batería y aunque aún debe usarse con la ayuda de un terapeuta y en un entorno clínico, habilita una recuperación del caminar y una marcha más natural sin la utilización de muletas u otros suplementos, ya sea que el paciente pueda utilizar o no sus manos. El hardware consta de una estructura vertical que pesa alrededor de 65 kg. que se ajusta al cuerpo por medio de velcros en el pecho, abdomen, rodillas, pantorrillas y tobillos. Y el gran salto tecnológico lo dan sus sensores de movimiento: ante una mínima inclinación hacia adelante el exoesqueleto empieza a moverse en ese sentido, o con suaves inclinaciones hacia los lados la máquina reacciona modificando la dirección.

Hace sólo algunos meses, la FDA había aprobado también un dispositivo de Ekso Bionics, otra compañía dedicada a la robótica. Se trata de un modelo de exoesqueleto orientado a la rehabilitación de pacientes con esclerosis múltiple, según indica el sitio Root Nation. En este caso el terapeuta puede modificar los parámetros del paso, la altura, distancia y el tiempo de oscilación a la vez que el exoesqueleto camina. La interfaz del EksoNR permite facilitar la marcha en diferentes grados de asistencia, permitiendo realizar pasos pasivos, asistidos y liberando una o ambas piernas.

Los pioneros de estas tecnologías imaginan un mundo sin silla de ruedas cuando estos dispositivos puedas ser accesibles para el uso cotidiano. Aún es pronto para tal democratización y distribución, ya que los costos de estas máquinas siguen siendo muy altos, pero el camino, paso a paso, ya se ha iniciado.