Imagen de un hombre con la enfermedad más aterradora: larvas en el cerebro

Los médicos no daban crédito cuando vieron los resultados que arrojaban las imágenes de la resonancia magnética.

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Neurocisticercosis. Foto: New England Journal of Medicine.
Neurocisticercosis. Foto: New England Journal of Medicine.

Los expertos en diagnóstico por imagen no daban crédito cuando vieron los resultados que arrojaban las imágenes de la resonancia magnética a la que sometieron a un joven paciente que llegó a la sala de urgencias con un intenso dolor de cabeza y convulsiones.

No se trataba de migrañas ni de cefaleas ni de otro tipo de dolor habitual de cabeza, ni tampoco de un tumor. Era algo más aterrador: este joven de 18 años tenía el cerebro invadido por “gusanos” que se lo estaban comiendo todo.

Y tampoco es un cuento de terror, sino un suceso que ha acontecido en Faridabad, en India, donde los médicos le atendieron y diagnosticaron.  

Al ver las imágenes, los doctores vieron cómo el encéfalo del paciente había sido invadido casi en su totalidad por quistes; pero no cualquier tipo de quistes, sino unos peculiares asociados a una enfermedad conocida como neurocisticercosis, muy peligrosa. Los resultados de la prueba radiológica mostraron que la corteza cerebral, el cerebelo y el tronco encefálico del chico estaban llenos de larvas enquistadas, las cuales son conocidas como cisticercos.

Este caso asociado a enfermedades infecciosas, dado a conocer en el New England Journal of Medicine, es más habitual de lo que se cree en zonas donde las condiciones sanitarias no son tan buenas, junto a malos hábitos de higiene.

La neurocisticercosis es una enfermedad producida por larvas de Taenia solium (cisticercos), que se desarrollan en cualquier parte del sistema nervioso central.

Para que se produzca la enfermedad, un humano tendría que consumir alimentos contaminados con huevos de dicho platelminto (el consumo de alimentos contaminados con heces de un humano parasitado por Taenia solium en el tubo digestivo es la forma habitual). La enfermedad inicia con la liberación de un pequeño organismo conocido como embrión hexacanto, proceso que es estimulado por los jugos gástricos del estómago, los cuales degradan la membrana externa del huevo parasitario.

La posterior migración del embrión hexacanto a los diferentes órganos produce una infección invasiva, tal y como informa la web Enséñame de ciencia que, en lo relativo a este caso informa de que, aunque los médicos trataron de hacer lo posible para controlar la infección, desafortunadamente el paciente murió dos semanas después de su visita al hospital.