Un bombero de Miami ha protagonizado una historia muy triste. La familia de la pequeña Stella Cattarossi, de siete años, residía en el apartamento 501 del edificio que se derrumbó en Miami el pasado 24 de junio.
La niña era hija de Graciela Cattarossi y de Enrique Arango, el bombero, quien, en el momento del hallazgo se hallaba en la "zona cero" apoyando los trabajos de rescate, aunque no estaba excavando.
El cuerpo de la pequeña Stella fue hallado entre los escombros el pasado jueves. El progenitor de Stella , con diez años de experiencia en el cuerpo, estaba acompañado por su hermano, que también es bombero. Desesperados, estuvieron durante nueve días junto al edificio destrozado alternando la vigila con el trabajo.
«Cuando se dio cuenta de que estábamos cerca de ella quiso estar con sus compañeros», dijo Ignatius Carroll, del cuerpo de bomberos, a WPLG. «Pudimos darle la oportunidad de despedirse», añadió.
También ha aparecido el cuerpo de la madre, una importante fotógrafa que vívía separada del bombero, el padre de la niña
El padre de Stella utilizó su chaqueta para cubrir el cuerpo de su hija, colocó una pequeña bandera estadounidense sobre ella y la sacó del área. Unos 200 bomberos hicieron un homenajea la víctima y a su compañero en el emocionantemomento, según ha publicado el Miami Herald
La madre de la niña, Graciela Cattarossi, y sus abuelos, Graciela Ponce de León (uruguaya) y Gino Cattarossi, también se encontraban el el edificio derrumbado en elmomento en el que se produjo la tragedia. El cuerpo de Graciela, la madre, fue encontrado poco después, era una importante fotógrafa argentina. La tía de Stella, Andrea, madre de tres hijos que residen en Argentina, también se encontraba de visita en el apartamento de su hermana.