Pautas para que niños y adolescentes usen las pantallas de modo responsable este verano

Te ofrecemos una serie de consejos para que los menores de edad hagan un uso equilibrado de los dispositivos electrónicos en el estío

Pedro Fernaud

Periodista

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Fomentar un uso equilibrado de aplicaciones educativas lúdicas e instructivas es clave en la digitalización de la infancia y la adolescencia. Imagen de HANSUAN FABREGAS en Pixabay
Fomentar un uso equilibrado de aplicaciones educativas lúdicas e instructivas es clave en la digitalización de la infancia y la adolescencia. Imagen de HANSUAN FABREGAS en Pixabay

Son numerosas las situaciones y problemas que abre una utilización frecuente de las pantallas, en su faceta  interactiva y también contemplativa, de consumo de productos culturales y de ocio audiovisuales. Ponderamos pros y contras, y tomamos como referencia el criterio y la experiencia de la experta educativa y creadora y CEO de la escuela El Pupitre, Pilu Hernández Dópico, que ha conversado del tema con la agencia de noticias Europa Press. 

Beneficios y dificultades del uso regular de dispositivos entre los más pequeños 

Elaborar una serie de hábitos en el manejo de los dispositivos electrónicos es un verdadero reto para muchas familias con niños y adolescentes a su cargo. El uso de estos dispositivos ofrece una serie de beneficios muy estimables. Por ejemplo, está constatado que el uso de aplicaciones educativas contribuye a incrementar la atención, mejora la lectoescritura así como la memoria y el cálculo mental, gracias a un conjunto de aplicaciones que estimula el aprendizaje mediante juegos y cuentos. También existe la posibilidad de seleccionar películas o series con altos estándares educativos, que pueden transmitir valores a los más pequeños de una manera didáctica y entretenida. Así mismo, es muy interesante la ventana de oportunidad de aprendizaje que abren los libros electrónicos, con libros y tebeos gráficos adaptados a las capacidades de los niños de manera progresiva, de acuerdo a su edad y capacidad de aprendizaje. 

No obstante, el abuso de estas herramientas puede generar cierta pobreza imaginativa, sobre todo cuando se abusa de los documentos audiovisuales. También se ha verificado que el uso de estos dispositivos puede generar adicción e incluso dependencias, si el empleo de estos aparatos se hace sin ningún tipo de límites, debido a que los niños son muy influenciables en ese tramo de desarrollo personal. Incluso, se ha constatado que puede acarrear (o contribuir a) el desarrollo de problemas posturales y de obesidad.

Los chicos y chicas menores: un promedio de 4 horas delante de las pantallas 

Para contextualizar el desafío que comporta el uso de la tecnología entre los más pequeños de la casa, resulta muy útil indagar en el estudio publicado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), denominado "El uso de la tecnología por los menores", que incluye un dato muy elocuente: durante el inicio de la pandemia, se registró que el 98% de chicos y chicas menores de edad, entre los 10 y los 15 años, utilizaban las pantallas de manera habitual. También resulta pertinente citar un informe de Qustodio (una app que regula el uso de los dispositivos electrónicos por parte de los niños, que que permite monitorear e incluso restringir las actividades digitales de uno o más dispositivos), en el que se detalla que los menores llegan a pasar hasta cuatro horas diarias conectados a dispositivos electrónicos cuando están fuera de las aulas.

El valor de fijar unas normas constantes y coherentes en el uso de los dispositivos 

La agencia de noticias Europa Press ha conversado sobre los retos y dificultades que ofrece el uso de la tecnología por parte de niños y niñas con Pilu Hernández Dopico, experta en formación en la infancia y adolescencia. Con la llegada de las vacaciones, muchos niños y niñas, así como adolescentes, disfrutan de océanos de tiempo libre. En opinión de Hernández Dopico, es "poco realista" querer eliminar por completo el uso de estos dispositivos por parte de adultos y tutores.

De acuerdo al criterio de esta experta educativa, ¨en lugar de demonizarlos¨, sería más interesante que las familias busquen un equilibrio en el uso que sus hijos e hijas (o menores a su cargo) hacen de estas aplicaciones y dispositivos. Para ello es fundamental fijar normas de uso coherentes y constantes. Por ejemplo, Hernández Dopico recomienda limitar los horarios del tiempo, dirigir un poco los contenidos que consumen y establecer un control parental.

La especialista educativa también pone en valor las aplicaciones educativas ¨con componente lúdico¨. Asimismo, es fundamental que los adultos se comprometan a enseñar a los niños que tienen a cargo un uso responsable de esos dispositivos

La riqueza educativa y vivencial de combinar ocio con pantallas y de manera presencial 

Por último, esta experta educativa recomienda que los padres desarrollen otras alternativas de ocio, entretenimiento y educación con sus hijos. Entre las opciones que resalta, menciona ¨elaborar manualidades, leer, jugar a juegos de mesa, así como realizar actividades al aire libre como excursiones¨, o disfrutar de actividades tan divertidas e irreverentes como ¨desarrollar guerras de globos de agua¨. En resumen, se trata de plantearnos este verano y las vacaciones como una oportunidad de¨disfrutar del tiempo de familia¨.