Proyecto Dalion, blockchain al servicio de la identidad digital

Los usuarios podrán gestionar sus datos en un entorno seguro, con toda la información en un único lugar.

Antonio M. Figueras

Periodista y escritor.

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El proyecto Dalion es una iniciativa que permitirá asegurar la identidad digital mediante blockchain.
El proyecto Dalion es una iniciativa que permitirá asegurar la identidad digital mediante blockchain.

Un consorcio de bancos y empresas, al que se une la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), trabaja en el proyecto Dalion, una iniciativa que permitirá asegurar la identidad digital mediante blockchain. Este proyecto colaborativo nació en 2019 con el propósito de dar impulso a la utilización de la identidad autogestionada. De paso, sitúa a España en primera línea de la tecnología de gestión de identidad, aspecto clave en entornos digitales tanto para usuarios como para compañías o las distintas administraciones.

La alianza la forman Banca March, Banco Santander, CaixaBank, Generali, Inetum, Línea Directa Aseguradora, Mapfre, Repsol, Unicaja Banco, BBVA (este último se acaba de sumar a los anteriores), junto a la UPM. El proyecto fue el primero en salir airoso del sandbox financiero, un banco de pruebas creado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que ha hecho posible el lanzamiento de pilotos monitorizados por los supervisores. Se trata de un espacio controlado que permite desplegar con seguridad las innovaciones tecnológicas.

Control de información personal

El desafío es que tenga efectos legales equivalentes a los más avanzados procesos de validación de datos y autenticación actuales. El Banco de España ha calificado a Dalion como “proyecto prometedor”. “Podría suponer un eventual beneficio para los usuarios de servicios financieros en términos de mejora de la calidad o de las condiciones de acceso, así como un aumento de la eficiencia de entidades o mercados”, sentencia en su informe.

Con Dalion, el usuario puede utilizar sus datos una vez validados para operaciones como el alquiler de un coche, la contratación de un seguro, la petición de un crédito o dar de alta un servicio del hogar como la luz, el agua o el gas.

Se pretende que cada persona controle sus datos personales porque dispone de una única identidad digital en un entorno seguro y confiable. Mediante el paradigma de SSI (Self-Sovereing Identity), la identidad autogestionada consigue que todos los datos estén contenidos en una sola identidad digital. Esta información está almacenada de forma segura en un wallet de identidad (app móvil con experiencia de usuario) que posibilita el control de con quién se comparten los datos en cada operación e incluso borrarlos cuando sea preciso.

Con Dalion, el usuario puede utilizar sus datos una vez validados para operaciones como el alquiler de un coche, la contratación de un seguro, la petición de un crédito o dar de alta un servicio del hogar como la luz, el agua o el gas. En un futuro no muy lejano, todos tendremos identidad autogestionada, toda la información en un mismo lugar: el carnet de identidad, la tarjeta sanitaria, las tarjetas bancarias, el permiso de conducir…

La identidad autogestionada resuelve el cotidiano y enojoso problema de tener que memorizar decenas de contraseñas para múltiples webs y aplicaciones porque introduce la funcionalidad de autenticación de los usuarios. Además, en el mismo momento se realiza la autenticación de las entidades para la prevención de ataques de phishing, tan frecuentes en los últimos tiempos. Dalion sigue el modelo de identidad autogestionada y realiza una implementación práctica de todas las piezas del modelo Alastria ID definido de forma colaborativa por los socios de Alastria. 

Las empresas podrán consultar la veracidad de los CV de los aspirantes a un puesto de trabajo y evitar así los fraudes.

Los beneficios para el sector financiero son evidentes. Gracias a la identidad digital se podrán identificar y dar de alta a los clientes, verificar la información que aporte el usuario para una contratación, pero también la que las propias entidades bancarias facilitan a sus clientes, como los certificados de titularidad bancaria, por ejemplo. Que la información circulante ya haya sido avalada por otros bancos genera mayor eficiencia y hace más fácil los procesos.

Credenciales académicas

En el ámbito educativo, la identidad digital será un seguro sobre las credenciales académicas. Las empresas podrán consultar la veracidad de los CV de los aspirantes a un puesto de trabajo y evitar así los fraudes. El proyecto Dalion permite la interactuación con otras plataformas. En el mundo académico, a nivel europeo existe una infraestructura de servicios blockchain (EBSI), entidad donde se define el estándar de datos de certificaciones y de credenciales.

El proyecto Dalion, en su conjunto, tiene como meta mantener el alineamiento con el proyecto de identidad europeo, European Self-Sovereign Identity Framework (ESSIF), que se encuentra en la actualidad en evolución para lograr que se pueda interoperar con cualquier iniciativa compatible con los mismos estándares (Verifiable Credentials, W3C).

Todavía quedan unos años para la implementación del euro digital, que beneficiará sobre todo al Banco Central Europeo y derivará en un control más estricto de los contribuyentes.

El lanzamiento al mercado todavía no se ha concretado. Dalion se halla en un estado de madurez tal que permite que se considere arrancar ya en este primer semestre un piloto en entornos reales mediante los socios y otras entidades públicas o privadas que deseen participar.

El euro digital

La digitalización alcanza al euro, la moneda de la Unión Europea, que ha comenzado sus pruebas piloto bajo la supervisión del Banco de España. Estos euros digitales de prueba están custodiados en cuentas del BBVA y Caixabank. Entre los beneficios figuran la automatización y programación de procesos. También ofrece ventajas para Hacienda, pues tendrá la potestad de consultar los movimientos en tiempo real.

Todavía quedan unos años, según los expertos, para la implementación del euro digital, que beneficiará sobre todo al Banco Central Europeo, pues tener a la vista una red similar al blockchain derivará en un control más estricto de los contribuyentes. En el horizonte, la lucha contra el fraude fiscal.